Maialen Lujanbio
'El bertsolarismo canta a la realidad'
La ganadora del campeonato de Bertsolaris de Euskal Herria ha dicho sentirse doblemente satisfecha con su segunda txapela y opina que el bertsolarismo se ha urbanizado, sin perder su esencia rural.
Your browser doesn’t support HTML5 audio
La ganadora campeonato de Bertsolaris de Euskal Herria de 2017 ha dicho sentirse doblemente satisfecha con la consecución de su segunda txapela, porque ha asegurado que 'cada vez es más difícil' porque el nivel es más alto y en cada final se exige más a sí misma.
En este sentido, ha afirmado que lo primero es 'hacer el trabajo bien' y que se había auto exigido hacerlo mejor que en las semifinales 'con las que no me había quedado totalmente a gusto con mi trabajo'. Maialen Lujanbio ha asegurado que en la final perseguía cumplir 'este deber' conmigo misma y con la gente más que ganar que, según ha dicho, es el resultado de 'haber hecho el trabajo bien'.
Sobre la presión de ser subcampeona, cree que 'había cierta presión, pero menos que Amets, que era el anterior campeón'.
Preparación
Sobre la preparación para afrontar una final del campeonato de Bertsolaris de Euskal Herria, la vigente campeona ha revelado que prepara los aspectos técnicos de la lengua como la métrica, las polisemias o las rimas y también 'la mirada, el punto de vista sobre los temas que te interesan, para pensar sobre la realidad y adquirir un punto de vista crítico'.
En este sentido, dado que la lengua es su herramienta de trabajo, ha asegurado que intenta que sea 'lo más rica y pertinente posible en cada caso', dentro de que en la improvisación 'nunca se llega a la perfección total'.
Erkin
'Erkin' fue la palabra de la final, 'un adjetivo para calificar algo débil, frágil, raquítico o delicado'.
Según Lujanbio 'todos los años pasa con alguna palabra o alguna rima. Alguien la saca y luego no puedes quitártela de la cabeza. Fue gracioso porque la gente empezó a hacer chistes con ella y ya nos dimos cuenta de que la habíamos utilizado demasiado'.
Prostitución, transexualidad o maternidad fueron algunos de los temas que salieron en las diferentes actuaciones, algo natural para Lujanbio porque 'el bertsolarismo es un reflejo de la sociedad que le rodea. Vivimos en esta sociedad y al final nos preocupan los temas de actualidad'.
Lujanbio opina que el bertsolarismo ha cambiado en los últimos años 'se ha urbanizado, si dejar de ser rural y con toda la riqueza que eso supone. El bertsolarismo canta a la realidad y es una suerte que salgan estos aspectos en el verso'.
Mujeres en la final
Sobre la polémica suscitada por la presencia de más de una mujer en la final, Lujanbio ha dicho que no le parece justo 'hablar de este asunto en términos numéricos, sino de nombres y apellidos'.
Además, ha añadido no estar preocupada por la presencia femenina en la final 'porque es una realidad que ya está en las plazas. Este año no ha podido ser, pero es una realidad tan palpable y tan potente, que el tiempo les dará la razón'. En este sentido, ha vaticinado que dentro de cuatro años el panorama de la final 'será muy distinto'.
Txapela y dedicatoria
Maialen Lujanbio cree que las nuevas generaciones están viviendo el bertsolarismo desde un punto de vista muy crítico y 'están aportando ideológica y temáticamente y están poniendo todo en cuestión' por lo que la transmisión se da 'tanto de arriba abajo como de abajo arriba'. Precisamente para estas nuevas generaciones 'que casi están ya aquí' fue la dedicatoria de su segunda txapela.
Con respecto a la posibilidad de cambiar la txapela como símbolo de la victoria en el campeonato, Maialen Lujanbio cree que es un debate interesante con dos soluciones posibles: 'Cambiar la txapela como símbolo del campeón, o cambiarle el sentido, que es algo que me parece mucho más interesante'.