Julen Mendoza
'Mantengo la ilusión, pero no la fuerza para repetir como alcalde'
"Hay que dar paso a personas que entren con fuerza". Julen Mendoza, alcalde de Errenteria, cierra su etapa al frente de la localidad. "Muchas veces proclamamos la diversidad sin ponerlo en práctica".
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Julen Mendoza, alcade de Errenteria por EH Bildu desde al año 2011, ha decidido cerrar su etapa al frente de la localidad guipuzcoana: "Ya dije en 2015 que era mi última legislatura. Cuatro años es poco y ocho suficiente. Ahora hay que dar paso a personas que entran con fuerza. Mantengo la ilusión, pero no la fuerza para repetir como alcalde". Mendoza dice estar concentrado en terminar bien la legislatura y a partir de junio pensar sobre su futuro, que no descarta siga siendo en política: "me siento obligado con el proyecto político".
"Entré en una momento ilusionante", recuerda Mendoza los comicios de 2011 en las que por primera vez se presentó Bildu, "había un cambio de estrategia". Subraya lo que considera el mayor logro del ayuntamiento: "hemos incorporado y entendido la diversidad del municipio". Mendoza pone en valor que "siendo alcalde te acercas a las distintas sensibilidades políticas, sociales y culturales que se han acercado". Cree que se ha traducido en diferentes iniciativas que finalmente han agradecido muchos vecinos: "me trasladan que hay orgullo en Errenteria por un proyecto construido entre diferentes".
La unión entre vecinos de distintas procedencias es una de claves, según Mendoza, de su legislatura: "Belarrimotza, maketo, caseros... debemos aprender de los errores del pasado. Intentamos mezclar las diferentes comunidades, y ahora tenemos una nueva, la inmigración reciente. Buscamos una sociedad cohesionada". Lamenta que no existan "espacios compartidos, ni siquiera en la educación, el deporte o la escuela de música". Apela al tejido social de Errenteria para asumir un compromiso para compartir espacios entre personas de distintos orígenes. "Debemos evitar el modelo de los ghettos y buscar la cohesión social, por ejemplo, sería un éxito que nuevos inmigrantes estén en puestos de responsabilidad en empresas y no en puestos de trabajo que nadie más quiere" .
Reconoce Julen Mendoza que el discurso de la derecha es más claro en cuanto a la inmigración relacionada con la delincuencia. "Uno de los grandes retos de la izquierda es abordar los problemas de seguridad. Hacerlo sin vincularlo a la inmigración, porque existe un enorme riesgo de estigmatizar a un colectivo". "El derecho no es tanto a ser acogido, sino derecho a no tener que huir de su país".
Sobre las posibilidades de llevar la experiencia de Errenteria a todo el País Vasco, señala Mendoza que "se ha perdido la discreción". Recuerda las negociaciones políticas de Loyola: "una vez ETA declaró el alto al fuego definitivo se abandonó la discreción. No puede saberse todo". Rechaza Mendoza "las líneas políticas, la sociedad no es así. ¿Cuál es el proyecto común de este país para su desarrollo? Eso me preocupa".
"La sociedad parece cada vez más agresiva y eso se está trasladando a la política, aunque no es fácil con la revolución tecnológica. Vendría bien un respiro y sosiego".