'Yo, Claudio' una serie que marcó una época

Iñigo Aizkoarri habla en 'Boulevard Magazine' de Radio Euskadi de algunas de las series sobre Roma que más éxito han tenido. Roma siempre es garantía de éxito. Tanto en el pasado como hoy en día, vemos que cada vez que el cine o la televisión ha acometido un proyecto con esta temática la audiencia ha respondido favorablemente.

Empezamos hablando de Yo, Claudio (I, Claudius), una serie de la BBC producida en 1976, y que supone una adaptación de la novela de Robert Graves Yo, Claudio, de 1939, y su continuación Claudio, el dios, y su esposa Mesalina.

La serie consta de trece episodios y cuenta las vicisitudes y luchas de poder en el Imperio romano desde época de Augusto hasta la muerte de Claudio, período que va desde el año 27 a. C. hasta el año 54 d. C. Es un momento histórico decisivo en el devenir de Roma ya que desaparece la república y el poder comienza a aglutinarse en manos de una persona, el imperator, conocido también como césar. La serie está contada desde el punto de vista del propio, Claudio, algo que queda claro desde el primer momento,

Que los personajes principales fueron interpretados por actores del teatro shakespeariano, y que la serie fue rodada en vídeo, en una escenografía teatral y sin exteriores, fue una apuesta por la austeridad muy evidente que, aunque hoy nos cueste entenderlo, no le restó al producto ningún atractivo.

Más cerca ya de nuestros días nos encontramos la serie Roma, una coproducción entre la BBC (Reino Unido), la cadena HBO (Estados Unidos), y la RAI (Italia) estrenada en 2005 su primera temporada, y en 2007, la segunda. Rodada en los alrededores de Roma y en los antiguos estudios de Cinecittá, en este caso sí que podemos hablar de grandes escenas de exteriores y de todo eso que uno espera de una historia de romanos: cientos de figurantes, batallas colosales, desfiles con gran pompa y boato, etc. No en vano ha sido una de las series más caras de la historia, con un presupuesto de 100 millones de euros.

Y finalizamos con un clásico por partida doble: porque es un personaje perteneciente a la antigüedad y también porque es ya parte de la historia del cine. Nos referimos a Spartaco, el gladiador de origen tracio que desafió al poder romano.

La serie Spartaco es la prueba una vez más de que determinadas fórmulas siempre funcionan en el cine o en la televisión por muchas veces que se revisiten.

La serie está producida por la cadena norteamericana Starz se estrenó en 2010 y su cuarta temporada es del año 2013. Está rodada en Nueva Zelanda y la producción tuvo que enfrentarse a la tragedia de que el actor que en la primera temporada encarnaba a Spartaco, Andy Whitfield, falleciera a causa de un linfoma por lo que en las siguientes temporadas fue otro actor, Liam McIntyre, el que da vida al personaje.

La serie no escatima en medios, y resulta una producción muy llamativa, sin olvidar las numerosas escenas de violencia y sexo que salpican todos los capítulos. Un binomio que siempre funciona muy bien.

La serie contaba con el precedente de que esa misma historia en el cine había sido un éxito, y antes de en el cine en las librerías. Howard Fast es su autor y la escribió en 1951. Casi diez años después, en 1960, Stanley Kubric llevaría el libro a la gran pantalla, protagonizado por Kirk Douglas y convirtiendo la película en un clásico.