'La mirada del otro' teatro documental comprometido con la convivencia

Para crear cada pieza teatral siguen dos líneas de trabajo. Primero investigan para encontrar un lenguaje escénico propio siempre con un profuso proceso de documentación previo; porque quieren utilizar el teatro como herramienta para deslegitimizar la violencia. María San Miguel ideó el proyecto, creó la dramaturgia y es actriz en 'La Mirada del Otro'. Lleva 10 años involucrada en el proyecto. 'Tenemos más de 100 horas de grabación de audios y vídeos' explica San Miguel. Al inicio del proceso documentaron 'los encuentros restaurativos entre víctimas y disidentes de ETA' y añade que 'no hay nada inventado, todo lo que se encuentra es puro testimonio'.

Durante todos los años que se están llevando a cabo las representaciones 'solo se ha representado 8 veces en todo el País Vasco'. San Miguel declara en 'Boulevard Informativo' de Radio Euskadi que 'es muy doloroso que al País Vasco hayamos venido menos que a cualquier otra parte del territorio nacional. El primero de nuestros espectáculos sólo lo han visto 50 personas en total, durante las 2 veces que vinimos en el año 2012'. Explica que dónde más se ha visto al obra es 'en Madrid. Incluso hemos estado en Colombia el año que ellos firmaban el acuerdo de paz'.

Cuestionada sobre el por qué de tan poca presencia en Euskadi, la dramaturga cree puede deberse a varios factores como que a 'algunos políticos que o personas que gestionan la convivencia no les interesa lo que contamos o que tengamos un discurso que dé voz a todas las realidades', otro de los motivos puede ser que 'no haya un control sobre este discurso'.

Fuera de Euskadi hay aspectos que no se conocen mucho 'como los encuentros entre víctimas y ex terroristas de ETA y en Madrid la gente se quedaba realmente conmovida'.

En la obra también se rinde un pequeño homenaje a Rubalcaba puesto 'que hizo posible estos encuentros restaurativos y en la obra se le nombra'.

'La Mirada del Otro' se representó el 5 de junio en el Azkuna Zentroa de la mano del Instituto de Reintegración Social de Euskadi y el Foro Europeo de Justicia Restaurativa.