'Los árbitros padecemos la violencia todos los fines de semana'

Este pasado fin de semana en un partido de juveniles entre el Astileku y el Muñatones B, en Muskiz, el árbitro suspendió el encuentro por insultos homófobos por parte del presidente del Muñatones. El Comité de Competición de la Federación Vizcaína ha tomado ya una primera decisión, investigar lo ocurrido.

El árbitro implicado es un joven barakaldés de 22 años que ha denunciado destrozos en su coche particular y además ha denunciado que el presidente del Somorrostro no le ha pagado los 39€ que le corresponden de la cuota de arbitraje del partido. El joven árbitro ha tomado la decisión de dejar su carrera arbitral tras 8 años de labor.

El presidente del club por su parte dice que es una venganza porque el árbitro fue despedido de su labor de entrenador en el Somorrostro.

Oscar García, árbitro de fútbol base y miembro de la directiva de la Federación de Árbitros de Bizkaia, con 18 años de experiencia arbitrando, explica en 'Boulevard Informativo' de Radio Euskadi que te 'llaman hijo de.. o desean tu muerte', ante lo cual 'estableces mecanismos de defensa para no escuchar'.

García recalca que la 'gravedad de esos hechos excede de lo que ocurrió en el terreno de juego' debido a los daños en el coche del árbitro. Este tipo de acciones 'no son habituales'.

Julen Escalero, árbitro irundarra que milita en Tercera División, señala que 'en general la violencia hacia el árbitro es el pan nuestro de cada día'. En una ocasión 'la Policía Nacional me tuvo que sacar haciendo un cordón' y en otra, y en un 'partido de juveniles en Rentería tuve que llamar a la Ertzaintza' explica Escalero.

Oscar empezó a arbitrar con 14 años y una vez el entrenador de uno de los equipos le siguió con el coche intentando sacar de la carretera el coche que conducía su hermana, 'estaba aterrorizado. Esa noche dormí en la cama de mis padres. Tenía 14 años'.

Julen empezó a arbitrar con 15 años y tuvo que 'suspender un partido' en el que los entrenadores de uno de los equipos, que anteriormente habían sido sus entrenadores, le insultaban constantemente.

Además de los árbitros algunos padres que acuden a ver jugar a sus hijos tienen que huir de los campos de fútbol ante las amenazas de los seguidores del equipo contrario, como han relatado en el WhatsApp de Radio Euskadi unas madres que se vieron amenazadas con recibir una paliza con bates de béisbol si sus hijas de 11 años ganaban al equipo rival.