'Dejarle esto a un hijo es una faena, no quiero esto para mis hijos'

Tiendas y bares familiares que han ido pasando de generación en generación no aguantan el precio de los alquileres, la competencia de cadenas más grandes o simplemente el paso del tiempo.

Fernando y Nieves son los hijos de Pepita, quién abrió su pescadería de la calle Iturribide 'en el 36, antes de empezar la guerra. Ha estado abierto ininterrumpidamente hasta mañana'.

Fernando lleva 42 años como titular de la pescadería pero empezó 'como recadista con 6 años'. En la época en que su madre regentaba la pescadería 'se abastecía a mucha gente. En esta época está muerto' y sentencia que el comercio tradicional 'se está muriendo, tiende a desaparecer'.

'Estos últimos 7-8 años la cosa ha ido a peor pero lo llevamos notando desde hace 20 años, desde la interrupción de los supermercados e hipermercados' explica en 'Boulevard Informativo' de Radio Euskadi.

El titular de la Pescadería Pepita cree que se debe al cambio de a forma de vida 'antes las mujeres eran amas de casa y compraban en la tienda del barrio'.

Cuestionado sobre la falta de relevo generacional señala que 'dejarle esto a un hijo es una faena. No quiero esto para mis hijos' ya que para que esto funcione 'se necesita un volumen de clientes que ya no hay'.

Donostia tampoco se libra. La parte vieja se llena de hoteles que sustituyen antiguas pastelerías, y locales más modernos que quitan el sitio a los bares de toda la vida. El bar La Cueva lleva 60 años ofreciendo pimientos rellenos de bonito, champiñones a la plancha, callos... y cierran el lunes de San Sebastián, aunque darán una fiesta de despedida el 22.

En el caso del bar La Cueva el cierre viene porque 'se ha vendido el edificio entero, somos todos inquilinos' explica Guillermo Salvador. Son muchos 'los grupos de inversión' que están comprando edificios.

Y con las nuevas formas de consumo, los comercios de toda la vida tratar de adaptares. Son muchos los comercios que han detectado como la gente va a sus comercios, se prueba los trajes y los compra online.

En Pascual Bilbao llevan 40 años vistiendo a novios y han decidido empezar a cobrar 15 € por probarse los trajes. Camino, gerente del comercio, explica que 'desde el año pasado venimos dándole vueltas. El comercio ha ido cambiando muchísimo, como la manera de consumir'.

Con esta iniciativa pretenden 'hacer valorar y dignificar el trabajo que todos los profesionales hacemos en los comercios, queremos hacer ver que detrás de cada mostrador hay un profesional'.

De momento la campaña acaba de empezar pero aunque al principio la iniciativa 'causa sorpresa, nadie ha anulado las citas que tienen cogidas'.