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Política y Economía

Una nueva generación de 'influencers' vascos en Madrid

Goirigolzarri, Grande-Marlaska, Redondo, Laya, Aizpurua, Abascal, Zuñiga... son algunos de los apellidos más influyentes en la capital de España, en los estratos del poder político y económico.

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Durante los últimos años, una nueva generación de vascos ha extendido su influencia en Madrid. En Madrid y, como consecuencia de un mundo cada vez más globalizado, más allá de la capital política y financiera. Es una generación nueva, que poco tiene que ver con los financieros e industriales de hace décadas. Y tiene esa nueva influencia diseminada en múltiples estratos de poder: en el gobierno, en el congreso, en las empresas.

El primero de ellos está en el corazón mismo del gobierno. O, mejor dicho, en su cerebro, porque es quien mueve los hilos. Iván Redondo, el jefe de gabinete de la presidencia del gobierno, el que llevó a Pedro Sánchez de la travesía en el desierto a la presidencia, es donostiarra. Discreto y de madre jeltzale. Ha trabajado para el PP de Antonio Basagoiti, y ahora es el vasco más influyente en un gobierno de izquierdas, y eso que no llega a los 40 años. Está donde está, no sin suspicacias en el PSOE, para los críticos, más preocupado en el cálculo y el marketing que en los principios. Su nombre estuvo en la picota por la primera negociación fracasada con Podemos. Ahora Redondo ha vuelto a segundo plano, señal de que las cosas van saliendo bien en las sala de máquinas de La Moncloa.
La presencia de ministros vascos ha sido una constante en los gobiernos del PSOE. Esta vez no es una excepción. Son 3 de 22, y una de ellas apunta a un alto cargo internacional. Desde 2010 no había tantas en manos vascas. Dos bilbaínos y una tolosarra.

El exmagistrado Fernando Grande-Marlaska tiene en sus manos la gestión de la política penitenciaria. Cerca de 40 reclusos han sido acercados en los dos últimos años. Las críticas del PP las rebate con hemeroteca vasca. Ministro de Interior vasco, como Mayor Oreja, que manda también sobre la Guardia Civil. Ha destituido recientemente a parte de la dirección, y ha pasado así para algunos de héroe contra ETA a prácticamente enemigo de España.

La exconsejera de Educación Isabel Celaá. Ahora ministra del ramo, tiene entre manos otro asunto sensible. La reforma de la Ley Wert. Ayer pudo salvar el primer trámite del Congreso con una defensa del sistema autonómico.

Y por último, en el Consejo de Ministros, Arantxa González Laya, que aunque desconocida tiene un currículum asombroso. Aterrizó en Madrid desde el Centro de Comercio Internacional de las Naciones Unidas y se ha hecho cargo de Exteriores con una solvencia comunicativa, al menos, evidente. Ahora, se especula con su salida del gobierno porque no descarta dar el salto a la Organización Mundial del Comercio, para dirigir la OMC a partir de septiembre.

En altos cargos también, por mencionar dos, la pamplonesa Ione Belarra, secretaria de Estado para la agenda 2030. O el secretario de Coordinación Territorial del PSOE, el también navarro, Santos Cerdán, es clave en las negociaciones parlamentarias.

En el Congreso está el lehendakari Patxi López dirigiendo la Comisión para la Reconstrucción, pero hoy más que nunca los partidos abertzales son decisivos e influyentes en Madrid. Aitor Estebán es el relevo de Josu Erkoreka, el martillo pilón de los gobiernos españoles desde el año 2004, y, para muchos, incluido periodistas, el mejor orador del Congreso. Es la referencia vasca en Madrid. Con él toman la temperatura política de España y del País Vasco los más altos referentes institucionales y políticos en Madrid. Esteban, pero no solo él, porque acompañado de otras cabezas visibles del PNV, participa en foros influyentes y decanta la balanza también de votaciones clave en el Congreso. Un influencer que no pasa de moda.

Novedoso históricamente es el papel de EHBildu. La izquierda abertzale siempre había despreciado la influencia en Madrid. Eso ha cambiado, y ya se nota. Y mucho además. A velocidad vertiginosa su participación se ha convertido en muy relevante en el Congreso. Recordamos su primera reunión con el grupo socialista, con caras serias les recibieron Adriana Lastra y Rafael Simancas. Esto ha cambiado 180 grados. No ha pasado ni un año. El PSOE les ha levantado el veto, y ha conseguido que el los dos partidos de gobierno estamparan su firma en un acuerdo para derogar la reforma laboral. Un diálogo que se prevé vaya a más, gracias en buena parte a la relación directa también de políticos como Arnaldo Otegi con línea directa con el vicepresidente Pablo Iglesias. Mertxe Aizpurua, la influencer que iba de tapadillo.

Tenemos a otro vasco que ha revolucionado a la derecha. En la tercera fuerza más representativa del Congreso. En VOX. Santiago Abascal. Natural de Amurrio, exparlamentario del PP Vasco y delfín de Esperanza Aguirre, ya hace años que ha hecho de Madrid su ciudad de acogida. Ha disfrutado de un éxito electoral, con pocos matices en España, y un fracaso también sin paliativos en su tierra. Lo más importante es que ha conseguido influir en el tablero sin gobernar, ha obligado a mover sus posiciones a un partido de gobierno al partido popular.

Pocas veces como ahora ha habido vascos en puestos de responsabilidad social y empresarial. Por ejemplo, el presidente de la CEOE es vizcaino. Antonio Garamendi, Getxo, 62 años. Licenciado en Derecho por la universidad de Deusto, con trayectoria muy ligada a la empresa vasca, desde muy joven. Garamendi, que lleva desde 2018 como presidente de la CEOE, no escondía su poca simpatía por un gobierno PSOE-UP. Pero ahora se ve obligado a sentarse con ese gobierno en la mesa que decide cuestiones como los ERTES.

Otro vizcaíno en Madrid, Pedro Campo, presidente de la Confederación Española del Comercio CEC, con una larga trayectoria en la patronal del comercio de Bizkaia. Y el secretario general de uno de los principales sindicatos, también es vizcaíno. Unai Sordo. Secretario general de CCOO Euskadi durante 17 años, y desde 2017 líder del sindicato a nivel estatal. Sordo es del barrio bilbaíno de Uribarri, de familia humilde que vino a Euskadi desde Valladolid, graduado social en la UPV lo que luego se llamarían Relaciones Laborales. Presume de haberse curtido en los servicios públicos vascos: nacido en el hospital público de Cruces, colegio público Zurbaran, luego el instituto público Gabriel Aresti, y después estudios en la UPV.

Pero si vamos al Ibex 35, tenemos también a varios vascos en puestos clave de decisión. Por ejemplo, en Repsol. Esta misma semana hemos visto para qué puede servir. Repsol, de raíz catalana, puede decidir hacer inversiones en cualquier lugar del mundo, pero ha elegido Bizkaia para construir dos plantas orientadas a la transición energética. Josu Jon Imaz es su consejero delegado. Nacido en Zumarraga, 57 años, Doctor en Químicas por la UPV con premio extraordinario de fin de carrera, se hizo fuerte en política, sucediendo a Arzalluz al frente del PNV. Apasionado del monte, del ajedrez y de la lectura, en 2008 abandona la política y tras su paso por Petronor, filial de Repsol, acaba siendo consejero delegado del gigante energético. Un gigante, que como sabemos hace pocos días, materializó su apuesta por Euskadi con el anuncio de construcción de dos plantas en Bizkaia. Por cierto que se pagó sus estudios desde los 14 años trabajando en el bar de su tío donde también aprendió francés. El inglés lo perfeccionó viendo la CNN mientras realizaba tareas del hogar.

Tenemos en el Ibex 35 a clásicos como Iberdrola o Siemens Gamesa. Y en las finanzas, aparte del BBVA, que está más en Madrid que aquí, aunque últimamente parece buscar un nuevo acercamiento, al frente de Bankia está Goirigolzarri. Goiri, como se le conoce en los mundos financieros. Bilbaíno, 65 años, del Athletic, licenciado de La Comercial de Deusto, veterano de la Banca, ex consejero delegado de BBVA donde trabajó durante 30 años. Fue llamado a sustituir a Rodrigo Rato para salvar uno de los bancos con peor situación y por consiguiente, imagen, de toda la crisis de 2008. Goirigolzarri fue el último directivo del núcleo de accionistas vascos del BBV que fueron saliendo de la entidad a medida que los directivos de Argentaria iban ganado terreno. Goirigolzarri lleva ya 8 años al frente de Bankia, y se especula en los últimos meses sobre una posible fusión entre el que fue su antiguo banco y el que preside ahora.

Estos son los nombres más ilustres, pero tenemos más, menos conocidos, y en sectores menos mediáticos: aerolíneas, telecomunicaciones… por ejemplo, Gonzalo
Sánchez, bilbaíno licenciado por la UPV preside la consultora PWC en España, una de las cuatro que componen las gigantes Big Four. Alex Cruz, también de Bilbao pero con educación universitaria internacional, es el CEO de British Airways. De Bilbao es también Pello Zuñiga, responsable de Aliexpress en España, y Belen Frau, una de las directivas de la cadena Ikea. El gigante Google también cuenta con apellido vasco en su plantilla, Jon Recacoechea es su responsable de Industria. También el presidente ejecutivo de Telepizza Pablo Juantegi es de Donostia. La cadena de hamburgueserías Goiko Grill ha sido fundada por Andoni Goikoetxea venezolano con ascendencia vasca.

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