El cambio ya ha comenzado ¿tanto cuesta vivir despierto?

El momento actual quizás podría compararse a la situación en la que se encontraría un viajero que se acercara a su estación dentro de un tren en marcha nos dice Paula Olaz. El tren reduce su velocidad de forma visible y pronto va a pararse. El pasajero que está dentro puede prepararse, coger sus maletas y disponerse para salir en cuanto el tren pare, coordinando su actuar con el proceso de parada, o puede quedarse dormido, sin enterarse de nada, viviendo sólo sus sueños y ausente de toda realidad. El tren para y luego reanuda su marcha. El momento ha pasado y el pasajero dormido no ha descendido. Todo sigue igual aparentemente, salvo que el destino del pasajero no se realizó ¿da igual?

Si el pasajero tenía inexorablemente que bajarse en la estación, si necesariamente tiene que llegar hasta allí, tendrá que volver atrás por sus propios medios, quizás a pie y con esfuerzo, perdiendo oportunidades valiosas. ¿Tanto cuesta viajar despierto? Y en nuestro caso ¿tanto cuesta vivir despierto?

Si la humanidad tuviera un destino histórico, sería integrarse en el orden cósmico al que pertenece, aprendiendo a vivir en paz, libertad y justicia con todos los pueblos y razas y en armonía con la tierra y los seres vivos que la pueblan.

¡Este es el momento!