BIESCAS
“Previsible y evitable”, se cumplen 25 años de la tragedia del camping de Biescas
Ane Aizpurua | EITB Media
En “Boulevard Informativo” de Radio Euskadi recordamos con Iñaki Errea y Elena Melero aquel desastre natural que provocó la muerte de 87 personas.
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El 7 de agosto de 1996 marcó un antes y un después en el camping Las Nieves en Biescas (Huesca). La tormenta de esa tarde de agosto anegó el camping y generó un torrente de agua que fue arrastrando árboles y rocas, provocando numerosas víctimas.
40 años atrás, encima del camping, se construyeron hasta 32 presas de contención del río Arás que hasta el momento habían funcionado, pero, la acumulación de materiales cerca de las presas de contención y la falta de limpieza de ellas, causaron la tragedia. En apenas unos minutos, el antiguo cauce del río, donde se asentaba el camping, acumuló un caudal de 170 litros por metro cuadrado.
Un puente hizo de tapón del torrente, pero a las siete y media de la tarde acabó cediendo. Y de pronto, un tsunami violento se dirigía directamente hacia el camping, arrastrando toneladas de agua y sedimento, dejaron el camping sepultado en tres minutos. Murieron un total de 87 personas, entre ellas 13 vascas, y dejó a más de 183 heridas, teniendo que adaptar el Palacio de Hielo de Jaca, en una morgue improvisada.
Los que tuvieron la suerte de sobrevivir no olvidan el horror. Iñaki Zubillaga contó en el programa 'Ur Handitan' que su familia y él se salvaron gracias a que su caravana estaba cerca del baño, consiguieron entrar dentro, pero cuando el agua comenzó a subir, rompieron el falso techo y se agarraron a sus vigas.
Iñaki Errea periodista enviado de EITB a Biescas para dar cuenta de la última hora, recuerda que fue una tragedia que le marcó mucho, y que las labores de rescate fueron caóticas, porque, como la mayoría de los campistas eran veraneantes, la identificación de las víctimas fue difícil.
Elena Melero ha sido la abogada de dos de las victimas que sufrieron las pérdidas de sus familias, señala que lo que pasó en Biescas "todo fue normal excepto la ubicación del camping". Y ha añadido que, "se sabía que un cono de deyección no era la mejor ubicación para una instalación vulnerable y para la vida y protección de las personas, con lo cual, era previsible y evitable".
La abogada afirma que, el informe de Bujarrabal, advertía del grave riesgo "y se miraba para otro lado", porque para habilitar el camping era "imposible que se tuviera en cuenta". Tan sólo dos meses antes de la tragedia, otro informe sobre el mapa de riesgos del Ministerio de Medio Ambiente alertaba del riesgo del camping, aun así aquello superó todas las previsiones. La pesadilla se ha alargado durante años, en los pleitos y la lucha interminable de las víctimas porque se hiciera justicia, de hecho, la abogada ha calificado como "nefasta" la actuación judicial.