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Familia en tránsito

De Mauritania al País Vasco en busca de "buena sanidad" para su hijo discapacitado

O.V. | EITB Media

Conocemos a Daya y a Sidi, madre y padre de cuatro hijos, uno de los cuales, Mahmud, tiene una discapacidad del 95 %, razón por la cual la familia ha salido de Mauritania y poder dar a su hijo un buen tratamiento. En el camino, han perdido el permiso de residencia que obtuvieron en Canarias.

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"Boulevard" de Radio Euskadi se ha desplazado hasta Berriz para conocer a la familia de Daya y Sidi que viven desde hace 16 meses en Olakueta Etxea, un centro que nació a raíz del fenómeno de tránsito de personas subsaharianas que comenzaron a llegar un verano a Donostia y a Bilbao. En esta casa se les ofrece alojamiento para reponer fuerzas a las familias que llegan a él. Gorka Ruiz, coordinador de Olakueta Etxea, ha explicado que el edificio está dividido en tres: una casa para mujeres solas y mujeres con menores, otra destinada a familias con hombres presentes y una más, para hombres convalecientes, que han sido operados y se están recuperando para seguir camino. Olakueta Etxea tienen plazas "destinadas a familias que solicitan asilo y que no tienen una red de relaciones, ni recursos, ni techo".

Es un centro temporal de acogida a personas y familias en tránsito y es el hogar de la familia de Daya y Sidi de 6 miembros, uno de los cuales, Bounana, todavía no ha cumplido el mes de vida. Según ha relatado Sidi, el cabeza de familia, llegaron al País Vasco, tras recalar un tiempo en Canarias, en busca de "buena sanidad" para su hijo Mahmud de 3 años. Lo que está en juego es la salud y la buena vida de su hijo Mahmud con parálisis cerebral y una discapacidad del 95 % reconocida por la Diputación de Bizkaia. Desde Mauritania primero recalaron en Canarias, pero antes estuvieron tiempo intentando encontrar un diagnostico prácticamente en todos los países del norte de África. Cuando supieron que era parálisis cerebral viajaron de Canarias a Euskadi porque necesitaban más detalles. Estando aquí, les tocó renovar el permiso humanitario por el cual la madre Mahmud podía estar aquí de manera regular cuidando al pequeño. Se lo denegaron y quedaron en situación irregular, tanto ella como sus hijos. Solo se lo mantuvieron al pequeño Mahmud. La traductora Zaida ha ayudado a comprender que es lo que pide la familia. "En Euskadi les tocaba renovar el permiso de residencia obtenido en Canarias para que la madre pudiera estar con el hijo durante su proceso de tratamiento, pero solo mantuvieron el permiso de Mahmud, denegándoselo a su madre que está en situación irregular". Esta situación les ha hecho volver al punto cero y recuerdan, una y otra vez durante la entrevista, que han iniciado el proceso migratorio para poder ayudar a su hijo discapacitado. En Mauritania tenían una buena vida, pero no van a parar hasta poder dar la mejor calidad de vida posible a su hijo Mahmud.

Arantza Chacón, directora de Zehar Errefuxiatuekin, antigua CEAR Euskadi de ayuda al refugiado, ha puesto en valor los centros como Olakoeta Etxea que "permiten a las familias tener un primer espacio de descanso, reparación, recuperación y poder situarse ante la nueva vida que quieren llevar". El proceso migratorio de las personas en tránsito puede llevar hasta 3 años para atravesar África a pie. Una vez que llegan a Europa "los procesos administrativos y la sociedad no lo ponen fácil". Las personas que huyen de sus países de origen por cuestiones de violencia piden asilo, y los que peor lo pasan son los menores, "es un sufrimiento que marca". Muchas de las personas en tránsito "se quedan aquí o ven que se pueden quedar aquí". El perfil de las personas en tránsito varia continuamente, aunque los colectivos que más solicitan protección internacional son de Venezuela, Colombia, Marruecos, Mali o Senegal.

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