Viviendas en bajeras, una solución para dar un servicio a locales comerciales en desuso

La tienda convertida en casa, en hogar. En Iruñea, más de 200 locales se han convertido en viviendas en los últimos 4 años. Tiendas que cierran porque no va el negocio, bajeras en desuso, o bajos de las casas pensadas para tiendas que nunca se utilizaron. La mayoría en barrios muy cercanos al centro. Se cumple un doble objetivo: se da salida a esos locales abandonados, o bajos no utilizados, y se da una respuesta a la demanda de vivienda, sobre todo en la juventud.

"Boulevard" de Radio Euskadi ha visitado una esas viviendas en el barrio de la Milagrosa con su promotor Iñigo Izu, de Inversiones Navafrance y promociones Irizu. Izu ha explicado que debido a la tendencia comercial de hoy en día de comprar en grandes superficies e internet, muchos locales comerciales se quedan en desuso y convertirlos en vivienda es una "salida muy útil para dar un servicio". Para conseguir la cédula de habitabilidad hay que tener en cuenta la normativa aunque actualmente se "están planteando ser más flexibles con la normativa para dar cabida a más locales".

Estas casas cuentan con grandes ventanales, para que tengan mucha luz, y apenas hay que abrir las ventanas para ventilar ya que tienen sistemas de ventilación. También cuentan con aerotermia que hacen que tengan aire caliente en invierno y frio en verano. Estos pisos son más económicos que los pisos convencionales, pero son nuevos y cuentan con la calificación energética A. Rondan los 125 000 € más el 10 % de IVA. El 50 % de las personas que compran estas viviendas son inversores que los quieren alquilar con lo que consiguen "un 6 - 7 % de rentabilidad". El otro 50 % cuenta con un perfil variado, desde personas separadas, jóvenes o personas mayores con problemas de movilidad.

Itziar Zubia, viven en unos de estos lofts de la Rochapea. Es un piso nuevo, económico, a 10 minutos del centro, y con pocos gastos, "pagamos 5 € de comunidad al mes". Gracias a la aerotermia, en enero, el mes que más ha pagado, su factura no ha superado los 60 €.

Eduardo Rodríguez vive en Mendillorri destaca los "grandes ventanales que casi no hay que abrir para ventilar". Recomienda estas viviendas para parejas jóvenes, aunque también destaca, que pueden valer como vivienda definitiva.