Nilofar Bayat, tras encontrar refugio en Euskadi, se ve obligada a marchar a Alemania

Hace dos años fue casi un símbolo de la huida afgana, pero desde entonces no ha conseguido rehacer un hogar.

"No estamos en casa desde que abandonamos nuestros hogares. Todo el mundo quiere hablar su idioma... vivir a su manera", por eso dice que no está siendo fácil para ella.

Capitana de la selección de baloncesto adaptado en Afganistán, abogada y activista Nilofar Bayat representa todo lo que los afganos no quieren.

Llegó a Euskadi y estuvo en el equipo Bidaideak de Bilbao como jugadora de baloncesto; junto a su marido encontraron el refugio que buscaban dejando atrás el Kabul de los talibanes.

Pero el camino del refugiado afgano en Europa no es nada fácil. Nilofar es sólo un ejemplo de ello, tuvo problemas económicos y es que el salario de su marido no da para pagar la renta.

El baloncesto no les ha dado de comer y la búsqueda de trabajo ha sido muy complicada. Así es como Nilofar se ha visto obligada a dejar Bilbao hace unos meses para irse a Alemania y juntarse con parte de su familia.