25N
"Soy libre, soy feliz y tengo energía, que eso es lo que antes no tenía"
EITB Media
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, "Distrito Euskadi" suma dos testimonios valientes y valiosos para entender que la violencia puede adoptar muchas formas.
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"Yo no me he sentido ni querida ni respetada". Lo dice Inés (75 años), víctima de una relación tóxica. Quien fuera su marido fue durante mucho tiempo "como una esponja"; lo único que hacía era "chupar, pero no daba nada a cambio". "Perdí mucho de todo como persona, y ahí estaba el problema, que yo no tenía decisión ninguna", reconoce.
Inés (nombre ficticio) necesitó tres años de terapia para ser consciente de que le tocaba dar un paso al frente. "Sabía dónde estaba el mal" pero tuvo que hacer frente a miedos e inseguridades hasta que llegó a una conclusión: "Por mal que me vaya en la vida, peor que esto no me va a ir, así que me marcho". Con un nudo en la garganta ha aprovechado el micrófono de 'Distrito Euskadi' para aconsejar a otras mujeres que no aguanten; "que busquen las puertas para salir a vivir".
María (55 años) también fue víctima de maltrato continuado. "El tenía un agujero en el bolsillo y yo me dedicada a solucionar todos sus problemas", relata. El alcohol fue un factor determinante en el deterioro de su relación. "Él entraba y salía, las cosas las tenía hechas, el dinero que él ganaba se lo gastaba y yo trabajaba para la familia". Por más que María hiciera, nunca era suficiente: "Piensa que eres tonta y te lo dice o se lo demuestra a su familia y amigos; te hace quedar como la que no se entera de nada". "Poco a poco te va tendiendo una trampa, y para cuando te quieres dar cuenta estás hundida, no tienes nada de lo que tenías antes de conocerle a él". La salud de María comenzó a resentirse. Siempre estaba enferma: "Un día estaba en la cama, vino mi hijo, me miró desde la puerta y me dijo 'ama, yo creo que no vas a vivir mucho'; las madres de mis amigos no están en la cama como tú".
Este es parte del relato que Inés y María han compartido en Distrito Euskadi, dos testimonios valientes y valiosos en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, para entender que la violencia puede adoptar muchas formas.