Santiago Requejo: "En Saturzine recibí mi mayor premio, el agradecimiento de un grupo de enfermos"

En unos días se celebra la gala de los Premios Goya, edición número 36 en la que 'Votamos', de Santiago Requejo, opta al premio a Mejor cortometraje de ficción. Lo que comienza como una junta ordinaria de vecinos para votar el cambio de ascensor, acaba convirtiéndose en un inesperado debate sobre los límites de la convivencia. Una cinta, basada en hecho reales, que aborda los prejuicios y el estigma en torno a la salud mental.

¿Qué harías si te enterases de que una persona con enfermedad mental va a ser tu vecino? Es la pregunta que lanza el cortometraje y a la que precede la confesión del propio Requejo que, al reflexionar sobre lo que haría en esa situación, llegó a la "sincera revelación" de que, muy probablemente, él también se hubiese negado.

El objetivo del corto es, precisamente, extender esa reflexión al espectador, "que se cuestione si realmente somos tan tolerantes como creemos que somos en la intimidad de nuestro hogar y, a partir de ahí, ver qué prejuicios tenemos y cómo nos enfrentamos a ellos". El director placentino reconoce que su mayor premio, y uno de los momentos más dulces hasta ahora, ha sido el que vivió en el Festival de Cine de Santurtzi, hasta donde se desplazó un grupo de personas con problemas de salud mental, para darle las gracias por su trabajo.

Para la elaboración del guion, Requejo ha contado con la ayuda y el asesoramiento de profesionales de la red Hermanas Hospitalarias, caso de la psicóloga Ana Carolina Martínez. Entrevistada en 'Distrito Euskadi', Martínez ha subrayado que la vulneración de los derechos fundamentales de las personas con un diagnóstico de enfermedad mental está a la orden del día, "como puede ser el acceso a la vivienda, o a un puesto de trabajo".