MÚSICA
Mikel Erentxun: "Me gusta más mi voz de ahora que la de hace 35 años y también siento que escribo mejor"
Erentxun ha compilado en 'Amigos de guardia' casi cuatro décadas de canciones. Un doble disco de duetos, con la colaboración de más de veinte artistas de generaciones distintas. Mucho ha llovido desde aquel concierto en el Bar Txirrista de Igeldo donde el pago fue "barra libre de croquetas".
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Mikel Erentxun regresa a los escenarios para celebrar sus 35+2 años de carrera musical, rodeado de 'Amigos de guardia'. El proyecto nació en enero de 2020, durante una comida informal con el director de Get In, Iñigo Argomaniz. "Él es el amigo de guardia más importante", reconoce Erentxun. Con él coincidió en la mítica Tiburón y junto a él ha caminado todos estos años.
Aunque "la pandemia cayó como una losa" y "todo se desvirtuó", el tiempo extra no ha hecho sino dar más cuerpo al plan inicial. La idea original "era un concierto y poco más", pero al suspenderse todas las actividades, "el proyecto fue engordando hasta convertirse en un disco de 20 canciones con 24 invitados"; un repaso a su carrera musical, desde las primeras grabaciones con Duncan Dhu en 1985, hasta la trilogía grabada con Paco Loco. "Ha sido muy bonito repasar toda mi vida musical acompañado de gente a la que admiro muchísimo", asevera.
En 'Amigos de guardia' el cantautor donostiarra ha logrado reunir a músicos de generaciones distintas: "Gente de mi generación, como Andrés Calamaro o Bunbury, gente que me ha acompañado mucho, como Iván Ferreiro o Leiva, y gente muchísimo más joven, como Izaro o Amaia". Cuenta como anécdota que la cantante navarra, Amaia Romero, le confesó no conocer su música y, sin embargo, "le gustó mucho la canción, se apuntó enseguida al proyecto y hubo una química muy bonita; de hecho, creo que 'Esos ojos negros' es de las canciones más redondas de este disco y, sin duda, la que más éxito está teniendo".
"Me gusta mi carrera"
Aunque asegura que siempre "ha tratado de mirar hacia delante y no vivir de rentas", ahora "es momento de celebración y de venirme un poco arriba", de ser consciente de todo lo que ha hecho en casi cuatro décadas. En este inevitable ejercicio de nostalgia ha llegado a una conclusión: "Me gusta mi carrera; y si yo me pudiese salir de mi cuerpo, creo que compraría mis discos". Reconoce, asimismo, que su forma de interpretar ha cambiado a mejor: "Mi voz ha ganado textura y grano; y yo creo que canto mejor. Desde luego, a mí me gusta más mi voz de ahora que la de hace 35 años y también siento que escribo mejor", aunque en el camino vas perdiendo "frescura e inocencia".
Mucho ha llovido desde aquel concierto en el Bar Txirrista de Igeldo donde la contraprestación fue "barra libre de croquetas". "Ni en mis más profundos sueños imaginaba una carrera tan larga", reconoce el cantautor donostiarra. Ahora confía y desea poder llegar a nuevas generaciones.