DE LO QUE TAMBIEN SE HABLA
"Ha sido una carambola hallar el Endurance el mismo día en que se enterró a Shackleton en Georgia del Sur"
El explorador Javier Cacho subraya la enorme dificultad técnica que ha supuesto localizar el mítico rompehielos más de 100 después de ser engullido por la banquisa antártica y quedar depositado a 3000 metros de profundidad y a 4 millas de distancia del punto del hundimiento
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Javier Cacho es un experto en la Antártida, además de físico, escritor y explorador. También lo es en la figura del Ernest Shackleton. Su último libro, Shackelton, el indomable está dirigido al héroe británico. A él y a una personalidad única que hizo posible lo imposible hace más de 100 años. Tras hundirse el buque Endurance en el mar de Weddell y fracasar con ello en su propósito de cruzar a pie la Antártida, Shackleton no dudó en establecer un nuevo objetivo: devolver a casa sana y salva a su tripulación. Perdidos en el hielo, a la intemperie, sin apenas suministros y vagando miles de millas a pie y en unas simples barcazas durante más de año y medio, lo consiguió. Los 28 tripulantes que conformaron la Expedición Imperial Transantártica volvieron al Reino Unido.
La epopeya de Shackleton ha pasado a la historia. También el mítico Endurance, que durante más de 100 años ha descansado en aguas heladas y a 3000 metros de profundidad. Hasta marzo de 2022, cuando una expedición internacional conseguía, no sin enorme dificultad localizar y ver al buque hundido. En perfecto estado de conservación, su hallazgo coincide con el día en que Shackleton era enterrado en Georgia del Sur. El explorador, el héroe, el líder de hombres moría mientras viajaba de nuevo a la Antártida. Sus restos descansan allí en un tumba honorífica en su nombre. No demasiado lejos de donde lo hace su buque, el Endurance.