SOLIDARIDAD CON UCRANIA
"Cuando los refugiados se montaron en el coche, liberaron tensión y durmieron durante 22 horas"
El miércoles, 16 de marzo, un grupo de taxistas vascos ponía rumbo a Polonia con sus vehículos cargados de ayuda humanitaria y con los datos de varias familias de refugiados ucranianos que les esperaban para comenzar una nueva vida en Euskadi. Ya en casa, es momento de hacer balance de lo vivido.
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A veces, las mejores ideas surgen en torno a un café y de la forma más inesperada. Días después de la invasión a Ucrania, Unai y Amador -taxistas de Vitoria-Gasteiz- coincidieron en la Estación de Autobuses de la capital alavesa. Compartieron café y conversación, y allí mismo saltó la chispa: "¿Vamos?". No había vuelta atrás. Sus ganas de arrimar el hombro confluyeron con las de otros compañeros de profesión. Con la implicación de la Federación Vasca del Taxi y la "inestimable ayuda" de Eutsi Ukrania sobre el terreno, el convoy solidario se hizo realidad.
Unai Amutxategi partió el miércoles, 16 de marzo, con destino a Varsovia. Un periplo de 2500 kilómetros con un doble objetivo: entregar a su llegada un cargamento de ayuda y recoger a varias familias de refugiados. De vuelta a casa y tras unos días para digerir todo lo vivido, Unai llega a 'Distrito Euskadi' para escribir el último capitulo del 'Cuaderno de bitácora: Euskadi - Ucrania - Euskadi'. ¿Cómo fue el encuentro con las familias? ¿Qué les han contado de su periplo desde Ucrania?
En esta gran red de colaboración participa también Oksana, ucraniana residente en Euskadi. Todo son palabras de agradecimiento. "En estas tres semanas he conocido a más personas que durante los últimos tres años", asegura. "Personas impresionantes" que están aportando "sus contactos, su energía o sus casas". Ella también ha abierto su hogar a compatriotas recién llegados; personas que desearían haberse quedado en Ucrania, pero que se han visto obligados a huir para salvar su vida y la de sus hijos/as. El miedo a lo desconocido -a una nueva ciudad, a otro idioma o a la falta de red social- no es comparable con el miedo a la guerra, subraya.
Lo cierto es que las iniciativas solidarias se multiplican, algunas promovidas por rostros muy conocidos. Es el caso del delantero de Osasuna Rubén García. El jueves, 24 de marzo, aprovechando el parón liguero, el jugador rojillo pondrá rumbo a Polonia al frente de un convoy de cinco vehículos que él mismo ha financiado. Los furgones irán cargados de medicamentos, ropa, material de primera necesidad y alimentos y regresarán con personas refugiadas, bajo la coordinación de la Asociación Segunda Familia, de Pamplona. Esta noticia ha tenido gran repercusión en numerosos medios impresos y digitales del país. Recordemos que el delantero polaco Jan Urban fue jugador de Osasuna. El periodista Piotre Kozminski ha querido destacar el valor "simbólico" del gesto de García en este "momento histórico".