"Hay modelos de padres igualitarios hace cuarenta y tres siglos"

"Las manos de mi padre siempre están presentes entre mis primeros recuerdos, llenas de arrugas y cicatrices, fuertes y delicadas, cubiertas de polvo y serrín. Unas manos siempre dispuestas para darme caricias, hacerme cosquillas, barrer el suelo, hacerme la comida, lavar la ropa o subirme a sus hombros para poder observar mejor el horizonte". (Papá ternura - José de Nazaret)

Nunca es tarde para homenajear a la figura del padre. Lo hacemos rescatando algunas de las historias recogidas por el antropólogo Ritxar Bacete en el álbum ilustrado 'Papá', una obra concebida para aprender, disfrutar y comprender el vínculo entre los padres y sus hijos.

En sus páginas encontramos, por ejemplo, el perfil del "padre igualitario". Es un modelo imperfecto, "un padre en profunda reconexión, reubicación y en proceso de negociación constante; es aquel que se mira al espejo y que sabe que pedir perdón es fundamental porque se equivoca; aquel que disfruta muchísimo del vínculo y se sorprende de la cantidad de amor que se puede llegar a sentir por otro ser humano; el que cambia el rollo de papel cuando se acaba y acerca la nariz a las toallas para detectar el mal olor y tomar la decisión de cambiarlas; el que asume y negocia con su pareja la ejecución del 50 % de las tareas". Detalles que definen al padre igualitario y que van más allá del rol de papá divertido, "el del sábado a la mañana con la bicicleta y el balón".