MUJER Y EMPRESA
“Es una evidencia que las mujeres no estamos donde deberíamos de estar por nuestra preparación”
AED y ASPEGI llaman a trabajar “activamente” por la igualdad de hombres y mujeres en el ámbito económico y empresarial. “Lo que no acabamos de conquistar, incluso en profesiones absolutamente feminizadas, son las cúpulas ejecutivas de gestión y de poder”, aseveran.
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La decisión de la ministra Nadia Calviño de no fotografiarse con el grupo de organizadores de 'Madrid Leaders Forum', por ser la única mujer en el photocall, se ha convertido en "fuente de debate"; un gesto que sirve para visibilizar que "las mujeres lo tenemos mucho más difícil para promocionar y que no se cuenta con nosotras en los foros como se debería contar". Así lo valora Marta Aburto, miembro de la ejecutiva de la Asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia (AED).
Nerea Ibañez, presidenta de ASPEGI, argumenta que "es clamorosa la soledad a la que las mujeres profesionales y empresarias nos enfrentamos, no solo en las fotos, sino detrás de ellas y, sobre todo, en esos ámbitos donde lo que se representa es el poder y la decisión". En este sentido, Ibañez recuerda que "Euskadi está en la cola del Estado español en presencia de mujeres en puestos directivos y en consejos de administración". Según datos del Eustat el porcentaje de mujeres en cargos de alta dirección es de un 31,43% y la presencia femenina en los consejos de empresas vascas no alcanza el 24%.
Marta Aburto añade que Euskadi también está a la cola de la brecha salarial: "La media de España es un 21% y en la CAV es de un 22,6%". La Directora de Segaser S.L señala que "ganar menos por hacer lo mismo" sí que es un asunto que requiere de "un análisis profundo".
Síndrome de la impostora
A pesar de que los datos avalan la buena preparación de la nueva generación de universitarias y de aquellas mujeres que inician su proyecto empresarial, no son pocas las que dudan de sus capacidades. "En un mundo que está hecho a tamaño y medida del hombre", Aburto considera que "el asociacionismo, el unirnos o gestos como el de Calviño ayudan muchísimo a sentir que no es nuestra culpa, sino que hay algo social que nos impide llegar, el famoso techo de cristal". Los estudios demuestran, completa Ibañez, "que las mujeres aportan valor, crecimiento económico y competitividad a las empresas".