Cerrar

ARTE

Amaia Arrazola: "Cuando recibí un mail de Fournier para diseñar un tarot casi me caigo de la silla"

La ilustradora vitoriana repasa su trayectoria artística desde la publicidad al dibujo, y nos explica cómo las experiencias personales como los cambios de vida, la maternidad o la tolerancia y el respeto a la diferencia han dado forma a sus libros ilustrados

Your browser doesn’t support HTML5 audio

Enseguida se dio cuenta de que la publicidad no era lo suyo y de que necesitaba un cambio de rumbo. Su facilidad para el dibujo y la ilustración le marcaron el camino. Un camino que inició en Vitoria pero que le llevaría a Japón y a plasmar después su experiencia en el país nipón en su primer libro ilustrado Wabi-sabi. Un mes en Japón. Y de ahí, Amaia Arrazola ha hecho de la ilustración un estilo de vida.

Trabajos por encargo como ilustrar cuentos, o pintar murales espectaculares en los que deja clara su inconfundible estilo. También hay espacio para personalizar objetos: de tazas a coches, incluidas las piezas de un ajedrez y una baraja de tarot a petición de la fábrica de Naipes Fournier: "Cuando recibí un mail de Fournier para diseñar un tarot casi me caigo de la silla", recuerda aún emocionada. Sin olvidar sus propios libros ilustrados y en los que plasmar sus propias experiencias con la maternidad. Y así, Meteorito y Simón indagan en la dicotomía entre la Amaia madre y la Amaia artista y en la diatriba de ser diferente y tratar de encajar.

Amaia Arrazola no para de crear ni de recibir encargos. El último ya está preparado, listo para ser lanzado a las librerías: Mi vecino Totoro, sobre la filmografía de Hayao Miyazaki.

Audios (1)