SOLIDARIDAD
Mbaye Gil: "El objetivo es conseguir que ningún joven de Senegal tenga que pasar por lo mismo que yo"
El joven enfermero senegalés, trabajador del Hospital Universitario de Basurto y presidente de la ONG Sunu Gaal, ha regresado a su localidad natal, de la que partió en patera hace 20 años. Junto a un equipo de sanitarios vascos atenderá gratuitamente a toda aquella persona que lo necesite.
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De la localidad senegalesa de Jaxaay salió, con solo 15 años y en patera, Mbaye Babacar Diouf. El joven senegalés cruzó el Atlántico aferrado a su sueño de prosperar y ayudar a su madre y sus hermanos. A su llegada a la isla de Tenerife, tras diez agónicos días de travesía, Mbaye descubrió su verdadera vocación al ser atendido por los sanitarios de la Cruz Roja. El buen trato recibido le hizo interesarse por su profesión: "Me dijeron que eran enfermeros y pensé, el día de mañana me gustaría hacer algo parecido".
A su localidad natal ha regresado ahora en calidad de enfermero, acompañado por un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios y al frente de una ONG. Mbaye Gil -ha tomado el apellido de su padre adoptivo- es el cofundador y presidente de Sunu Gaal, 'nuestra patera' en idioma wólof. La organización promueve la cooperación sanitaria y educativa tanto desde Euskadi como en Senegal.
El eje central del proyecto sanitario se centra, en concreto, en mejorar el consultorio local: ampliarlo y dotarlo de material sanitario, a la vez que mejoran las condiciones del personal que allí trabaja. Para este viaje, han podido hacer acopio de cerca de 460 kilos de material sanitario donado por los hospitales de Basurto, Cruces y Urduliz. Nada más llegar a su destino, el equipo médico ha comenzado con las consultas gratuitas y las primeras intervenciones: desde hernias inguinales a lipomas, infiltraciones a personas con problemas de artrosis o sesiones de fisioterapia.
A día de hoy, Mbaye Gil se siente "una persona privilegiada", dispuesta a poner todo de su parte para que ningún joven senegalés tenga la necesidad de jugarse la vida en el mar en busca de oportunidades. Cada uno de sus pasos es seguido por Juan Gil, el vecino de Getxo que le tendió la mano cuando más lo necesitaba. A Juan se le llena la boca de orgullo cuando habla de su "maravilloso hijo".