"Debemos sopesar iniciar una labor educativa que muestre por qué deberíamos dormir mejor"

Vivimos mejor que nuestros abuelos y bisabuelos, pero ellos respetaban mejor los ritmos biológicos. Hasta la llegada de los relojes y los horarios, ellos vivían con dos tiempos: el marcado por la salida y la puesta del Sol. Con horarios de trabajo mayoritariamente vespertinos, que cena tarde, se acuesta pasada la medianoche y se levanta pronto, la sociedad española tiene falta de sueño. Y eso nos pasa factura en términos de salud.

La Cronobiología, a pesar de ser una ciencia relativamente joven, va descubriendo cuanto nos afecta a nuestros ritmos circadianos el ir desacompasados con respecto al horario solar. No dormir lo suficiente y en el horario adecuado agravará enfermedades existentes o impulsará la predisposición genética que tengamos a padecer problemas cardiovasculares, de fertilidad, Alzheimer, algunos tipos de cáncer y obesidad. Y sí, el dormir poco engorda.

Lo explica con contundencia Juan Antonio Madrid, catedrático de Fisiología y director del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia en su último libro Cronobiología: una guía para descubrir tu reloj biológico. Es más, se aventura al asegurar que "el hecho de que España sea el mayor consumidor del mundo de ansiolíticos e hipnóticos igual sí que tiene que ver con nuestros horarios". Por eso, propone iniciar una "labor educativa que muestre por qué es importante dormir y por qué deberíamos dormir mejor". Propone también eliminar los dos cambios de hora que hacemos cada año bajo la excusa de aprovechar la luz solar (y que nos alejan hasta dos horas del horario solar), y adoptar definitivamente el horario de invierno, que es el natural y el que nos corresponde por nuestra ubicación geográfica.

Considerado uno de los mayores expertos del mundo en Cronobiología, Juan Antonio Madrid no demoniza las nuevas tecnologías, pero cree que hay que fijar unas claves que nos permitan volver a sincronizarnos con los ritmos de la naturaleza. Y eso incluye también revisar los horarios de trabajo y tener en cuenta los cronotipos de los trabajadores. Saber si un empleado es más productivo por la mañana o por la tarde y organizar los equipos sobre esa base revertiría, asegura, en un aumento de la productividad y eficiencia de la empresa.