NO HAY PLANETA B
“Los humanos somos cohabitantes con la biodiversidad y lo que debemos hacer es tenerlos en cuenta”
Olatz Aizpurua es una de las responsables del proyecto ENARAK de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, cuyo objetivo es identificar los nidos de aviones, golondrinas y vencejos para sensibilizar sobre la importancia de estas aves insectívoras.
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Los vencejos, aviones y golondrinas son por naturaleza un antiplaga biológico perfecto; un vencejo común, por ejemplo, puede comer hasta 55 kilos de insectos al año. Sin embargo, estas aves de carácter migratorio se encuentran actualmente en declive por varios factores, entre ellos el cambio climático y, en especial, la acción del hombre, que destruye sus nidos. "Necesitamos edificios que sean más eficientes a nivel energético, pero nos estamos olvidando que esos edificios viejos también son de una forma la casa para muchos animales", recuerda Olatz Aizpurua, ornitóloga y una de las responsables del proyecto ENARAK de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. En ese sentido, la ornitóloga reivindica que este factor debe tenerse en cuenta cuando se hace una renovación de una fachada o se construye un nuevo edificio, para que humanos y aves puedan convivir.
Precisamente, para facilitar esa labor a las administraciones públicas a la hora de dar permisos de renovación de fachadas y aplicar medidas compensatorias en favor de la biodiversidad, la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha impulsado el proyecto ciudadano ENARAK. Este proyecto pretende impulsar la recogida de información a través de la participación ciudadana, identificando la ubicación de los nidos, con el objetivo último de crear un mapa de estos nidos que se tenga en cuenta a la hora de restaurar o rehabilitar edificios. Hasta el momento nueve ayuntamientos guipuzcoanos se han adherido al proyecto: Aduna, Beasain, Bergara, Donostia, Errenteria, Irun, Zestoa, Lezo y Tolosa.