“No podemos seguir abusando del sistema y volando por encima de nuestras posibilidades”

Francia ha sido el primer país en prohibir los vuelos cortos regionales con alternativa en tren. La medida está incluida dentro de la Ley del Clima aprobada en agosto de 2021, cuyo objetivo es luchar contra el cambio climático y reducir las emisiones de carbono de este tipo de servicio regular. Una medida que los ecologistas ven como un buen punto de partida, pero que sigue siendo insuficiente. "Es una buena medida para comenzar, aunque para nosotros se queda corta", afirma Cristina Arjona, coordinadora de la campaña de movilidad de Greenpeace España.

Desde la ONG ambientalista subrayan que "estamos volando por encima de nuestras posibilidades", utilizando el avión para trayectos con alternativas mucho más sostenibles. En concreto, Greenpeace denuncia la excesiva contaminación que provocan los jets privados. Según su último estudio, en Europa el número de vuelos privados aumento un 64 % en 2022, causando 3,3 millones de toneladas de CO2, equivalentes a las emisiones medias anuales de 555.000 residentes en la UE. El 55 % esos vuelos, además, fueron vuelos cortos o ultracortos de menos de 750 km, que podrían haberse realizado en tren o ferry. "Es excesivo, un abuso de los privilegios y una injusticia social", denuncia Cristina Arjona.

España ocupa el cuarto lugar en la lista de países de la UE con más vuelos realizados en jets privados el año pasado, siendo superado solo por Reino Unido, Francia y Alemania. En concreto, el año pasado se realizaron 45.633 vuelos privados en el estado, un 74 % más que en 2021. Por su parte, las emisiones de CO2 han aumentado de 126.786 toneladas en 2021 a 243.851 toneladas en 2022.

Greenpeace denuncia además que los jets privados y sus emisiones no están actualmente regulados en la UE pese a que en 2018 el 50% de todas las emisiones de la aviación fueron causadas por solo el 1 % de la población mundial.