Mi hogar no es una vivienda tradicional

Vivir en lugares insólitos o no pensados inicialmente para ser vivienda, en construcciones arcaicas, en casas particulares por su ubicación, por los materiales utilizados o porque buscamos un contacto o fusión con la naturaleza o el entorno más directo. Casi que podríamos decir que podemos convertir en hogar prácticamente cualquier espacio con unos mínimos servicios. Desde un iglú a una yurta esteparia; de una casa de madera a una de paja o de barro, o una casa en un árbol, pero también de una cueva a una casa sobre ruedas; o de un castillo a un container de transporte; o de una iglesia reconvertida a un fábrica hecha loft; .o por qué no, vivir en un faro. Y así, hoy conocemos cómo vive el farero Mario Sanz, farero de Mesa Roldán, en Almería, y el artista vitoriano Koko Rico, que habita un pabellón industrial reconvertido en su hogar y lugar de trabajo.