Jon Rahm: '¿Mi mayor renuncia? Dejar de ir a San Mamés'

Convertido en una de las principales promesas del golf mundial, el vizcaíno realiza el siguiente balance de lo que ha dado de sí el 2016. “Ha sido un año muy exitoso, más de lo que pensaba. Lo divido en dos partes: la que terminó en junio, que fue mi carrera como amateur, donde me gradué y logré la medalla al mejor jugador del año y, luego, la de profesional. Conseguí la tarjeta del PGA Tour y no me lo esperaba ni yo”, reconoce. El vizcaíno, que debutó como profesional optando al triunfo en el Quicken Loans National, admite que “es un poco irreal estar ahí, es como si estuviera viviendo un sueño”.

Y es que Rahm,  que empezó a jugar al golf con 13 años, reconoce ser una persona que tiene “mucha confianza en sí mismo” y a la que le “gusta tener claro aquello que quiere conseguir”. Preguntado sobre lo que dijo en su día de que quería ganar 19 grandes y convertirse en el mejor jugador de la historia, el vizcaíno matiza sus declaraciones. “Es un objetivo sin más. Muchos quieren lograrlo, pero obviamente es casi imposible conseguirlo. Habrá que empezar ganando el primero”, reconoce.

De cara a 2017, Rahm se marca como objetivo “mantener la tarjeta del PGA Tour”. “Nunca he jugado un año entero en este circuito, y tendré que aprender muchas cosas, cómo jugar, cuántos torneos disputar, cuándo descansar...”, admite el de Barrika, quien tiene en José María Olazabal un espejo en el que mirarse. “Es de los más grandes de Europa, y ha sido un icono para la Ryder Cup. La de Olazabal es una historia que inspira y motiva a jugadores como yo, porque para nosotros es un ídolo, alguien a quien intentar imitar”, subraya.

En ese duro camino por convertirse en una figura del golf, Rahm ha tenido que realizar muchos sacrificios, como vivir lejos de su familia y sus amigos. Sin embargo, no duda en asegurar que su mayor renuncia ha sido tener que dejar de ir a San Mamés a animar al Athletic. “Es parte de mí y de mi familia. Para nosotros es algo inexplicable”, sostiene.