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Tecnología de consumo

Todo lo que sabemos de la explosión de un dispositivo electrónico

Xataka

Esta vez en la sección de Tecnología de Consumo de Ganbara Eva Rodríguez (Xataka) nos habla sobre las explosipones de teléfonos móviles.

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Esta semana nos toca hablar de actualidad porque viene movidita. De vez en cuando en los medios tecnológicos nos hacemos eco de tristes sucesos como es la explosión de teléfonos móviles, si bien normalmente estos percances suelen tener lugar en Asia, como sucedió allá por 2017 con el Samsung Galaxy Note 7, que posteriormente la firma coreana explicó que se trataba de unas baterías defectuosas y una fabricación apresurada.

Pero por el momento, esto poco tiene que ver con lo que ha sucedido aquí en Bera hace un par de días. Vamos a recapitular todo lo que sabemos y lo que no, porque se ha hablado largo y tendido del tema. Después, profundizaremos en los riesgos de las baterías y otros dispositivos electrónicos de nuestro día a día.

El pasado domingo falleció un joven de 25 años en Bera. La causa fue las graves quemaduras provocadas por un incendio a raíz de un dispositivo electrónico que se encontraba enchufado mientras dormía, según han explicado fuentes de la investigación.

Cuenta la guardia civil de Navarra que sobre las 14:20h se alertó a los agentes para acudir debido a una explosión que había provocado un pequeño incendio, que afectó a la cama donde dormía y le produjo las quemaduras. El afectado fue trasladado a Cruces con pronóstico muy grave, que finalmente resultó fatal. En estos momentos se están investigando las causas del incendio.

Inicialmente se apuntó a que el origen se debía a un teléfono móvil, pero tras realizar la inspección técnica por parte de los agentes se ha comprobado que el teléfono estaba en el suelo, sin signos de explosión ni ignición, por lo que se ha descartado que el motivo de la explosión haya sido el móvil. Sí se mantiene la versión de que ha debido ser un dispositivo electrónico que se encontraba enchufado, no pudiendo identificar qué era por el estado en que ha quedado.

Hablemos de las baterías de litio. Este componente, presente en infinidad de dispositivos, se ha convertido en un potencial vector de riesgo para el que no hay una solución sencilla. Las posibilidades de que provoquen una pequeña explosión o incendio son muy bajas, pero suficiente como para lamentar sucesos similares al ocurrido este fin de semana.

Pese a que pasan toda una serie de controles, todavía hay múltiples ocasiones donde las baterías son defectuosas y provocan problemas. Es el caso de varios incendios provocados por las baterías de patinetes eléctricos, que ha derivado en la prohibición de llevarlos en el transporte público en ciudades como Barcelona o Sevilla. Aunque muy improbable, existen decenas de casos aislados donde baterías defectuosas han provocado daños, afectando incluso a marcas punteras como  Apple con sus Watch.

Qué lleva a las baterías de litio a explotar, medidas y posibles soluciones

Este triste incidente nos va a permitir profundizar en la parte técnica de las baterías de litio, más concretamente, qué lleva a las baterías de litio a explotar y las medidas de seguridad que se toman de un componente habitual en nuestro día a día.

Desde 2016, las baterías de iones de litio están prohibidas en las bodegas de los aviones. Esta medida se basaba en una evidencia defendida por múltiples estudios: las baterías pueden ser un peligro por su tendencia a sobrecalentarse y provocar incendios, pudiendo llegar a generar pequeñas explosiones por los vapores desprendidos.

Pero esta prohibición está lejos de evitar el problema. Según datos de la Administración Federal de Aviación, el número de incendios relacionados con baterías de iones de litio ha aumentado un 42% en los últimos cinco años en Estados Unidos y de media, hay un incidente a bordo una vez por semana. Lógicamente tiene mucho que ver el hecho de que cada vez sean más comunes, pero también es una cifra suficiente elevada como para que el debate sobre su seguridad está encima de la mesa.

Pero volviendo a la pregunta: ¿A qué se debe que estas baterías puedan llegar a explotar? El problema suele iniciarse cuando reciben un daño, sea superficial o interno. Comienzan a calentarse y se produce un fenómeno que se denomina como "fuga térmica". Estamos ante un sobrecalentamiento debido a un proceso de producción de calor que se autorrefuerza, lo que acaba provocando la explosión por sobrepresión.

De manera resumida, las baterías de iones de litio almacenan energía y la liberan a través de reacciones electroquímicas. Tenemos un cátodo y un ánodo junto a un electrolito líquido y un separador. Este último es uno de los componentes clave para que no haya cortocircuitos. Sin embargo, en ocasiones se daña por una partícula extraña o un daño mecánico y no aísla correctamente el ánodo del cátodo. Es entonces cuando se produce el calentamiento.

Al aumentar la temperatura por estos cortocircuitos es cuando puede producirse la fuga térmica. Es cuando las temperaturas cada vez más altas provocan que haya reacciones exotérmicas adicionales. El sistema químico se sobrecalienta y se empiezan a formar burbujas de oxígeno, CO2 y otros gases. Un pez que se muerde la cola que acaba derivando en la explosión de la batería.

¿Qué puede provocar en primera instancia esos cortocircuitos? Hay muchas y variadas opciones. Por ejemplo un golpe mecánico, como una caída de gran altura. Esto provoca que la batería se deforme y entre material en una zona de la batería que no toca, provocando el cortocircuito interno. También pueden provocarse mediante sobrecargas.

Como puede anticiparse, en el caso de las baterías de peor calidad o defectuosas la probabilidad de que ocurran estos cortocircuitos es mayor. La mayoría de fabricantes incorporan membranas para reducir la presión, acumuladores y membranas para disipar el calor de forma efectiva. Sin embargo, estos sistemas son de prevención y de retraso, pero no evitan por completo la probabilidad de que se produzca la fuga térmica. Un proceso que una vez iniciado, ya no se puede detener.

Y después del problema, llega la solución. Las recomendaciones con las baterías es intentar que se encuentren en el estado más estable posible. Es decir, evitar sobretensiones, colocarlas en sitios muy expuestos al calor o darles demasiados golpes. En el caso de los móviles, si la batería está hinchada puede ser indicativo de que los sistemas internos pueden estar dañados.

Para evitar accidentes, algunas prácticas recomendables son no cargar el móvil sobre una superficie que pueda prender con facilidad (como la cama) y prestar atención a posibles comportamientos anómalos. Por cierto, no pasa nada por cargar el teléfono toda la noche, a priori no es relevante ya que los dispositivos modernos están preparados para la entrada continua de corriente durante horas. En este sentido, el uso de cargadores compatibles y oficiales, que transmitan de forma correcta la energía al dispositivo, sí es más importante.

Aunque los fabricantes de baterías ya tienen algunas soluciones como las de sodio o las baterías de estado sólido, lo cierto es que su distribución todavía es anecdótica. Faltan al menos unos cuantos años para que la alternativa a las baterías de iones de litio se consoliden. Hasta entonces, el eventual problema de las explosiones de las baterías deberá seguir teniéndose presente.

Ciberataque a AirEuropa: cómo protegerse si has comprado billetes

Si habéis recibido un email de Air Europa en las últimas horas, que no cunda el pánico pero hay que tomárselo muy en serio. En este email enviado a sus clientes informe de un ciberataque. La aerolínea explica que han tenido un problema de ciberseguridad que habría afectado a su entorno de pagos con el que gestionan las compras a través de la web.

Según se describe en los correos enviados a los clientes, los datos afectados serían el número de varias tarjetas, sus fechas de caducidad y el CVV. Información suficiente sensible como para recomendar ponerse en contacto con la entidad bancaria y solicitar la anulación de la tarjeta para evitar un potencial mal uso.

En Xataka hemos contactado con Air Europa y nos han explicado que  "dicha alteración fraudulenta del flujo en el proceso de pago habría permitido la extracción de datos de las tarjetas de crédito", pero que "no hay constancia de que la filtración haya terminado utilizándose para cometer ningún fraude."  El equipo de la aerolínea sigue analizando lo sucedido y ya ha intervenido para bloquear la brecha de seguridad, por lo que no se prevé que haya filtración de nuevos datos.

Ante el "riesgo de suplantación de tarjetas y fraude que este incidente puede suponer", está pidiendo a los clientes que cancelen las tarjetas de crédito que hayan sido utilizadas para pagos con Air Europa, pues esos datos podrían haber sido sustraídos. Así que si es tu caso, tarjeta cancelada, pide una nueva y no está de más cambiar las contraseñas de los correos empleados para las comunicaciones.

Aunque no hay un diagnóstico claro del ataque, todo apunta a un "formjacking", una forma de fraude en línea que involucra la infiltración en sitios web de comercio electrónico para robar datos de tarjetas de crédito de los clientes mientras realizan compras. Los atacantes insertan código malicioso en el sitio web, que luego captura y transmite los datos de la tarjeta de crédito a un servidor controlado por los atacantes. Este tipo de ataque ya lo hemos visto antes, sin ir más lejos a la vecina British Airways.

No es el primer hackeo que sufre Air Europa. En 2018 se robaron los datos de 489.000 clientes, entre los que se encontraba información de sus tarjetas bancarias. De entre ellas, se informó que unas 4.000 tarjetas de crédito habían sido utilizadas para cometer fraude. Aquel hecho derivó en una multa de 600.000 euros por parte de la AEPD por incluir la ley de protección de datos.

En este nuevo ataque, Air Europa ha procedido como marca la ley, notificando en tiempo y forma los hechos tanto a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), como al INCIBE, a AESA, a las entidades financieras, así como a los clientes afectados, que han recibido estas recomendaciones para minimizar la incidencia. Habrá que esperar para conocer el alcance del nuevo ciberataque.

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