Reportaje
No todas las airfryers son iguales
Eva Rodríguez | Xataka
Cómo acertar comprando una freidora de aire y las recomendaciones para amantes de la cocina de Eva Rodríguez de Xataka.
Your browser doesn’t support HTML5 audio
Ya no se puede decir que las freidoras de aire sean la novedad, porque llevan un par de añitos con nosotros y seguramente hay muchas personas que nos escuchan que ya se han comprado una, descubierto sus debilidades y fortalezas y quizás estén valorando renovarla o regalar una, porque ya adelanto que lo de las airfryers es un poco como una secta (perdón por la analogía): hay alguna persona que no se apaña y no le ve utilidad, pero la mayoría empezamos con dudas y acaba convirtiéndose en un aparato imprescindible.
De hecho te voy a contar algo: empecé a probar freidoras de aire para Xataka en el verano de 2021 y por mi cocina han pasado algunos modelos interesantes en calidad precio y otros que me han dejado con la boca abierta. Porque hay una realidad: sí, todas cocinan, pero ya te adelanto que no cocinan igual las que cuestan 50 euros que las que rondan los 150 euros y hasta 200 euros. Por eso hoy quiero contarte esos truquillos y mentiras piadosas que a veces pasan desapercibidos cuando somos principiantes con este pequeño electrodoméstico, porque las aifryers han evolucionado y también hemos aprendido a sacarles todo el partido.
Sé que estando a esas alturas del año seguro hay quien se propone comprar una freidora para regalar en Reyes, otras personas porque se acercan las rebajas, habrá gente que quiera empezar a comer más sano después de la Navidad y hay otra vertiente más, quien quiere ahorrar aceite. Así que empezamos:
Le llamamos freidora pero no lo es y otros tres secretillos a tener en cuenta
Permitidme que insista porque sé que hay gente que le molesta el uso del término freidora de aire porque no, una airfryer no fríe porque es un mini horno de convección. Porque al fin y al cabo freír es guisar un alimento en una grasa. En una airfryer el proceso que tiene lugar es que una resistencia caliente el aire de un recinto relativamente pequeño y este aire caliente se mueve en el interior. Como resultado, se produce el frito (mejor dicho, asado).
Y aquí no voy a engañar a nadie: una patata frita no es una patata asada, eso lo sabe cualquiera que haya probado ambas. Para empezar, no sabe igual: la grasa le confiere ciertas propiedades organolépticas que el asado no. No obstante, ya te adelanto que pulverizando la superficie con aceite o si el alimento tiene grasa en su composición, hace el apaño. De ahí que cada vez se use menos lo de freidora sin aceite y sí freidora de aire. A veces se usa aceite, pero muchísimo menos que con la fritura tradicional.
Por otro lado, bañar en aceite un alimento para su cocinado implica que este absorba un 10% de su peso en grasa. Frente a las freidoras clásicas, una freidora de aire cocina los alimentos de una forma más saludable. Así que resumiendo: el sabor es diferente, pero se cocina más sano y apenas se gasta aceite.
Finalmente está su 'rivalidad' con el horno tradicional. Y es que, si en realidad es un horno en miniatura, ¿por qué no usar el horno? Sencillo: el horno seguirá teniendo su hueco en la cocina y en nuestros corazones para preparaciones como el asado de Navidad y similares, pero para preparaciones más pequeñas, la freidora de aire se lleva el gato al agua: necesita menos tiempo para alcanzar la temperatura consigna de cocinado y gasta menos electricidad, tanto porque necesita menos tiempo como porque es menos potente. Una orientación en cifras: debemos bajar la temperatura 15 grados y reducir el tiempo aproximadamente un 20%... pero como cada horno, cada freidora es un mundo.
Cómo acertar eligiendo una freidora de aire si tenemos claro que le vamos a sacar partido
Lo de sacar partido es algo importante porque salvo que sepamos que el uso va a ser muy puntual, yo os invito a subir algo el presupuesto y soy clara: tengo una freidora de unos 70 euros que me hace el apaño para muslo de pollo, castañas o patatas, pero mientras que mi airfyer necesita 25 minutos para hacer el pollo, he probado otras que lo hacen en menos de 15, así que la diferencia de tiempo es brutal.
El tamaño. Os digo la teoría y luego la práctica. Aquí depende del saque que tengáis, pero con una freidora de 1,5 Litros sirve para guarnición para dos personas y con una de 6 litros puede valer para unas 5 personas. Según mi experiencia: caballo grande, ande o no ande. ¿Por qué? Porque salvo que tengas una cocina pequeña donde no quepa un alfiler, merece la pena tener una un poquito más grande que permita meter hasta un pollito entero o un par de trozos de pizza. Piensa que al final cuanto más grande, te permite meter los alimentos más estirados, algo fundamental para que cocine mejor, piezas de comida más grandes o cocinar para un par de días. Así que mi recomendación es ir por modelos de 5 - 6 litros.
La potencia. Esta es la segunda cuestión clave. Según mi experiencia, no iría a por modelos de menos de 1500W, porque cuanta más potencia, más capacidad tiene para cocinar en menos tiempo y de forma más uniforme. Hay alimentos como las patatas que puede dar más igual tenerlo un par de minutos más, pero con carnes y pescados se nota una barbaridad abusar de los tiempos porque quedan secos.
El rango de temperaturas. Va de la mano del anterior y es esencial para verificar que efectivamente esa potencia se traduce en que alcanza una alta temperatura. Si vamos a máximos, llegar a los 220 - 230 grados es ideal para cocinar y dorar alimentos rápidamente, por ejemplo para recalentar una pizza en apenas un par de minutos. Y si nos vamos a la horquilla inferior, ojo porque hay modelos que llegan hasta los 40 grados para servir como yogurtera, pero si se queda en 70 - 80 grados nos servirá para recalentar alimentos o descongelar. Como ves, hablamos de freír y en realidad asan, pero gracias a esta horquilla sirven para dorar, levar, recalentar, descongelar…
¿Remueven o no? Cuando empezaron a comercializarse las freidoras de aire, surgió un formato bastante aparatoso en forma de gran sarten con una paleta interior para remover que va de lujo para cocinar comida uniformemente, pero según he podido comprobar, una freidora potente y de buen tamaño no hace falta porque el truco es tener la comida bien esparcida y que tenga músculo de sobra. Y por supuesto, no está de más abrir el castillo de vez en cuando para ver cómo va la cosa y agitar un poco.
Limpieza fácil. Aquí me voy a extender poco y voy a limitarme a las palabras mágicas: importante fijarse que sea compatible con el lavavajillas, porque entonces bastará con pasar un paño por el exterior, lavar el cestillo bajo el grifo como si fuera una sartén, pero que la rejilla se pueda meter en el lavavajillas y que quede impecable con poco esfuerzo.
Las mejores freidoras de aire para cocinillas
Insisto: si sois cocinillas y tenéis claro que les vais a sacar partido, estos son los modelos que recomiendo para uso intensivo para todo, desde un pollo a pizza pasando por salmón o una tarta de queso. Ya os adelanto que no están todas las que son, pero sí son todas las que están y que entre mis criterios ha prevalecido también cierta relación calidad precio dentro de la gama media alta, porque sí, también hay algún que otro modelo de 300 euros.
Cosori Turbo Blaze. Es la última que he probado y la que más me ha sorprendido por su velocidad y músculo. Se maneja con un panel táctil de lo más intuitivo, tiene 6 litros de capacidad, tiene 1725W de potencia y tiene una horquilla de temperaturas de 40 a 230 grados. Cuesta 170 euros pero creo que los vale por lo bien que funciona, el motor DC que tiene que resulta potentísimo y componentes de calidad. Además creo que puede usarlo todo el mundo, por ejemplo mis padres que ya van teniendo una edad y la tecnología les vuelve locos, sin mucha complicación.
Xiaomi Smart Airfryer de 6,5 Litros. Una de las últimas en llegar y más interesantes en calidad precio. Esta es una freidora de tamaño generoso para familias grandes, con 1800W de potencia y una horquilla de temperaturas de 40 a 220 grados para usarla un poco para todo. Esta tiene un diseño minimalista con un control mediante una ruleta con pantalla ideal para amantes de la tecnología y también tiene aplicación, pero ya os adelanto algo: en Europa por ley no es posible encender la freidora cuando estás fuera de casa por una cuestión de seguridad, así que puede valer para controlarla mientras estás en el sofá o como recetario, pero es un uso más bien testimonial, aunque venga bien para tomar ideas. Su PVP es de 129 euros.
Philips HD9270/90. Aunque hoy en día hay muchas marcas que venden freidoras de aire, la pionera fue la holandesa Philips, por lo que sabe lo que hace y tiene productos de altísima calidad. De este modelo destaco tres cosas: su volumen de 6,2 litros para toda la familia, sus 2000 W de potencia que se nota y mucho y finalmente su panel táctil de lo más sencillo e intuitivo que he visto. Tiene un PVP de 189 euros, pero es habitual verla de oferta por algo menos.
Moulinex Easy Fry XXL. Otra marca de toda la vida con una freidora de lo mejorcito del mercado es esta que también tiene un panel táctil que recuerda bastante a un horno, por lo que no tiene mucho misterio, una capacidad de 6,5 litros, ocho programas para facilitar muchísimo el proceso de aprendizaje, 1800 W de potencia que se traducen en un abanico de temperaturas de 40 a 200 grados (algo ajustado en el límite superior, pero lo compensa con un buen funcionamiento) y ojo porque viene con un separador para cocinar dos platos simultáneamente. Cuesta 159 euros, pero también suele estar de oferta