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Tecnología de consumo

Todo lo que necesitas saber para instalar paneles solares en casa

EITB Media

Eva Rodríguez (Xataka) nos habla en "Ganbara de Cerca" del autoconsumo en casa, una decisión con todo el sentido del mundo gracias a la nueva legislación.

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Hace unas semanas hablábamos de instalar un punto de carga para coches eléctrico en el domicilio y hoy continuamos con esas obras en casa para adaptarnos a las últimas tecnologías y ser más autosuficientes e incluso ahorrar.

Desde hace unos años instalar autoconsumo en casa es una decisión con todo el sentido del mundo, gracias a legislación como el RD 244/2019 o el RD 15/2018, que de forma resumida, eliminaban las barreras administrativas y económicas, popularmente conocida como el "impuesto al sol",  e introdujeron el mecanismo de compensación simplificada, es decir, poder recibir una compensación económica por la energía vertida a la red.

Después de la intro, nos metemos al lío para responder preguntas como ¿cómo puedo instalar autoconsumo solar en casa? ¿cuántos paneles solares necesito? ¿cuánto dinero voy a ahorrar? ¿es rentable?

¿Qué es un sistema de autoconsumo solar?

Empezamos por el principio. Un sistema de autoconsumo solar permite a cualquier persona o empresa producir su propia energía. Puede instalarse en prácticamente cualquier tipo de edificio, desde una vivienda unifamiliar, pasando por un bloque de viviendas, hasta un colegio, un supermercado o cualquier pabellón industrial. De hecho, en el estado el sector comercial industrial es el gran impulsor de estas tecnologías  ya que por sus características (disponibilidad de tejado, gran consumo eléctrico) es especialmente atractivo.

La instalación se compone de paneles solares (fijados al tejado mediante una estructura) y otros elementos como los inversores, cables y conectores. Opcionalmente, puede incorporar un sistema de almacenamiento mediante baterías.

¿Cómo funciona? El sistema se conecta a la red eléctrica interna del edificio en cuestión. Mientras haya suficiente radiación solar, el edificio consumirá electricidad generada por la instalación, y cuando no sea suficiente, lo hará de la red eléctrica. Cuando haya más generación que consumo, la electricidad se verterá a la red eléctrica (siempre y cuando hayamos realizado los trámites necesarios para verter a red).

Por simplificar un poco el asunto, me voy a centrar en el autoconsumo solar en viviendas unifamiliares, vamos, un chalet, un baserri, porque es el más sencillo y por la infraestructura de donde vivimos creo que resulta de lo más interesante. No obstante, si vivís en un edificio de viviendas, la legislación también contempla el autoconsumo colectivo, una modalidad algo más compleja pero especialmente diseñada para comunidades de vecinos. Y si queréis, lo tocamos otro día.

Disponibilidad de espacio

La pregunta del millón: ¿tengo sitio en el tejado? Normalmente este tipo de instalaciones van sobre una estructura anclada al tejado existente, por lo que van a suponer una intervención en el tejado  y que este tenga las condiciones adecuadas. Como referencia, hacen falta entre 5 y 8 metros cuadrados por cada kWp de paneles solares que queramos instalar. A mayor eficiencia del módulo, menor será la superficie requerida.

Ojo porque si tenemos un tejado viejo y la intención de cambiarlo próximamente, mejor esperar a esa reforma para la instalación, ya que la vida útil de una instalación solar ronda los 20 - 25 años. Y dicho sea de paso, si la idea es cambiar tejado y poner placas, merece la pena mencionar que en el mercado hay tejas solares que sustituyen al panel solar integrando la propia teja y la célula fotovoltaica en un mismo producto. Aunque ya adelanto que es tecnología nueva y no es precisamente barata.

Aclarado este punto, es importante conocer la orientación y la inclinación del tejado. En estas zonas la posición ideal para maximizar la generación solar es entre unos 30 y 40 grados de inclinación y orientación sur, pero esto no es algo que se pueda elegir. Eso sí, si nos alejamos de esta recomendación, habrá menos rendimiento y nunca hacia el norte. Un truco: si la orientación no es la mejor y disponemos de espacio de sobra, siempre podemos optar por poner algún panel más que compense la pérdida de generación, ya que el precio de los paneles es moderadamente bajo.

Dimensionamiento de la instalación

Antes de resolver esta cuestión, es esencial saber qué objetivo tenemos.  Normalmente se trata de buscar la máxima rentabilidad posible, intentando minimizar el periodo de amortización al máximo. Pero habrá quien quiera poner tantos paneles como le quepa o poner los suficientes para que el balance energético a final del año sea cercano a cero (generación total = consumo total).

Pero todo empieza por lo mismo: conocer nuestro consumo eléctrico, para lo que necesitamos nuestras facturas de la luz, que nos dirán cuántos kilovatios hora consumimos mensualmente. Sin embargo, para dimensionar una instalación solar correctamente, necesitamos números que nos den mucho más detalle. Para ello podemos ir a la web de nuestra distribuidora y descargarlo en formato Excel o instalar un medidor de energía en nuestro cuadro eléctrico.

Y ya la guinda del pastel es ir a la herramienta PVGIS de la UE, donde se puede evaluar el recurso solar de cada ubicación y obtener una estimación de la producción de una hipotética instalación fotovoltaica, incluyendo parámetros como la orientación, la inclinación, o el tipo de panel solar. Así nos podemos montar una gráfica con nuestros datos de consumo y los de generación.

Sin ánimo de liar o despistar, el objetivo final es tener una instalación correctamente dimensionada, que es aquella que permite autoconsumir instantáneamente el máximo de energía posible, sin verter demasiada a la red. ¿Por qué digo esto? Porque por cada kilovatio hora extra vertido a la red recibiremos una compensación en la factura, pero el pago es bajo y no es en dinero, sino en descuento en la parte variable de la factura.

Haciendo números: de coste y amortización

Todo esto que es os estoy contando al final a la hora de la verdad lo deben hacer las empresas de proyectos de instalación, pero es importante tener claro qué es cada cosa porque muchas veces hay empresas que te envían presupuestos sin tener información de nuestro consumo, lo que es un sinsentido. No obstante, también se puede solicitar este proyecto de dimensionamiesto a una empresa y después pedir presupuestos a diferentes instaladores para que no haya conflicto de intereses.

Elijáis lo que elijáis y como normalmente suele hacerse con cualquier inversión importante, mejor pedir varios presupuestos y comparar precios y calidad de materiales, pero también el asesoramiento personalizado.

De forma aproximada,  la instalación puede rondar entre 1 y 2 €/kWp llave en mano e IVA incluido. Es decir, para una instalación de 3 kilovatios de potencia el presupuesto sería de entre 3.000 y 6.000 euros.  Puede variar en función de lo complicado o accesible que sea el tejado y de la calidad de los componentes, entre otras cosas.

En cuanto a rentabilidad, acogiéndose a la compensación de excedentes, se suele hablar de periodos de amortización de entre 8 y 13 años, aunque de nuevo, depende mucho de las circunstancias personales, del consumo eléctrico y de lo bien dimensionada que esté la instalación.

Importante: De cara a reducir el periodo de amortización, la clave está en acceder a subvenciones o a exenciones de impuestos. Se dividen en 3 grandes categorías: Bonificación en el IBI y del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), deducciones IRPF y también subvenciones autonómicas o locales con ayudas directas a la inversión.

Que no cunda el pánico porque la mayoría de empresas instaladoras estarán más que informadas de su disponibilidad, e incluso algunas se ofrecerán a realizar la solicitud en el organismo correspondiente en nuestro nombre.

No lo he mencionado pero no me olvido de ello: las baterías. Hoy en día desde el punto de vista puramente económico, no salen a cuenta. Los precios aún tienen que bajar, y teniendo la posibilidad de recibir una compensación por los excedentes no merece la pena almacenar la electricidad. Otra cosa es que quisiéramos instalar baterías para conseguir la independencia eléctrica y aislarse de la red eléctrica, pero eso da para otra sección. No obstante, algunas de las ayudas públicas disponibles también subvencionan las instalaciones de baterías, por lo que en ese caso pueden ser una opción a considerar.

Ojo a los riesgos

Quiero terminar con algunas recomendaciones porque podemos empezar este proyecto con toda nuestra buena voluntad y que la cosa no salga bien. Por un lado está la inseguridad jurídica, y es que si el gobierno estatal decidiese cambiar la ley y modificar la estructura de la factura eléctrica, nuestro estudio económico cambiaría. Por ejemplo, si decidiera aumentar la parte fija o reducir el pago por energía excedentaria vertida a la red, tocaría actualizar nuestros números.

Otro riesgo es que la electricidad baje, aunque a medio largo plazo parece poco probable. Como decía antes, la compensación de excedentes se paga en función del precio del mercado mayorista de electricidad y si este precio cae, el periodo de amortizaciónn aumentará. De igual forma, si comprar electricidad de la red nos sale más barato en el futuro, por cada kilovatio hora solar auto consumido estaremos ahorrando menos dinero.

Finalmente está la cuestión de la propia instalación. La vida útil va de 20 a 30 años y la realidad es que apenas requieren de mantenimiento, pero siempre pueden aparecer problemas. Por ejemplo, los inversores (que son los aparatos que transforman la CC generada por los paneles en CA apta para el consumo) suelen tener una garantía de 5 a 10 años, por lo que siempre hay que tener en mente que pueden surgir gastos extra.

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