Cultura
Arimen gaua, la tradición hecha fiesta
El 1 de noviembre se ha transformado de una jornada de recuerdo a los que no están a un día festivo donde la tradiciones cada vez tiene menos presencia.
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El día de Todos los Santos tradicionalmente es el día para recordar a los familiares y amigos que ya no están entre nosotros. Una jornada previa a la que realmente se define como día de los Difuntos. Durante el siglo XX, ambas jornadas eran empleadas para recordar a los fallecidos, en función de la localidad se hacía un día u otro. Sin embargo, poco a poco esas costumbres se han ido perdiendo o se han transformado.
Símbolos como la argizaiola, las visitas a los cementerios, las Eucaristías en su memoria han dado paso a jornadas más bien festivas donde prevalecen los disfraces alusivos al día y elementos que muchos creen procedente de EE.UU. Las calabazas con forma de caras e iluminadas con una vela para asustar ya se empleaban en muchas localidades vascas antes de que se impusiera por los americanos. De todo ello hemos hablado con Emilio Xabier Dueñas, exresponsable de Eusko Ikaskuntza.