Graffiti
El graffiti, cosa de familia
Aitor Otaño y su hijo Néstor se han unido en su afición por este arte urbano que han convertido en un homenaje a los grandes músicos vascos e internacionales.
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Su afición comenzó casi por casualidad. Néstor le contó un día a su aita que pintaba graffitis, para prevenirle por si algún día llegaba alguna multa. Aitor, su aita, se preguntó por qué él no podría hacerlo él también. Y ambos unieron su creatividad para hacer del graffiti un hobby con mucho arte. Pintan sus piezas en espacios habilitados o por encargo en lugares como fachadas, portales o ediicios, aunque reconocen que, pese a no ser lo habitual, sí que practican en edificios abandonados o derruidos.
Sus obras son además un homenaje a los grandes artistas de la música vasca e internancioal . Las caras de Laboa, Maider Lujanbio, Berri Txarrak o Eminem son solo alguno de los artistas que han cobrado vida con los graffitis de las dos generaciones de los Otaño.