Historias de Ituiño
Fantasmagoría, antecedente del cine
Casi un siglo antes de que los hermanos Lumière filmaran la primera película de la historia, los magos ya ofrecían espectáculos de imágenes en movimiento
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Uno de ellos fue el nigromante Robertson, quien aseguraba ser capaz de convocar a espectros, fantasmas y resucitados. En cierta ocasión, citó al público en un convento capuchino abandonado a las afueras de París -en la foto-. Para conseguir el efecto buscado, Robertson se valía de linternas mágicas y efectos musicales y ópticos, además de ayudantes y títeres. El ambiente sobrenatural creado hacía el resto. Los espectáculos de fantasmagoría -una rama de la magia- fueron muy populares en el s. XIX.