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Glosario Climático

Glosario Climático 09: D de Desarrollo

EITB Media

La doctora en Geología, investigadora del BC3 y profesora de EHU, Elisa Sainz de Murieta, conforma semana a semana un glosario climático para que no nos perdamos en la lucha contra uno de los grandes retos actuales de la humanidad.

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Con la D, de desarrollo

Unos meses antes de que se aprobara el Acuerdo de París para el cambio climático, todos los estados miembros de Naciones Unidas aprobaron 17 objetivos de una Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Estos Objetivos de Desarrollo Sostenible, que a menudo denominamos ODS, representan una hoja de ruta global para una acción que ponga fin a la pobreza, proteja el planeta y mejore las vidas de las personas en todo el mundo.

El cambio climático está muy presente en estos objetivos, que cuentan con uno de ellos dedicado a la acción climática. Concretamente, el ODS 13 persigue reforzar la resiliencia y la capacidad de adaptación a los impactos del cambio climático, a través de su integración en los instrumentos de planificación de los gobiernos a diferentes escalas y la mejora de la capacitación y educación de las personas.

Y es que a menudo describimos el cambio climático como uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos. Y así es. Pero al expresarlo en estos términos quizás transmitimos que se trata de un problema aislado de otros. Esto no es así. De hecho, el cambio climático muy a menudo es un factor que se suma a problemas o retos existentes, como es el caso del desarrollo sostenible. Aunque uno de los ODS se dedica exclusivamente a la acción climática, no hay que olvidar que el cambio climático incidirá en muchos de los otros objetivos.

¿De qué forma se relacionan el cambio climático y el desarrollo? El cambio climático puede afectar directamente a la eficiencia de las medidas, políticas e inversiones que se realicen en materia de desarrollo, poniendo en jaque los objetivos establecidos. El cambio climático afectará a la consecución de objetivos relacionados con el bienestar material y físico, como la erradicación de la pobreza y el empleo, la disponibilidad de alimentos, energía y agua y la salud. Por ejemplo: la escasez de agua agravada por el cambio climático puede afectar directamente a la salud, al reducir el acceso al agua potable y al saneamiento. El cambio climático también puede repercutir en la productividad de las tierras agrícolas, contribuyendo a la malnutrición en algunos casos, así como la pérdida de medios de vida y prosperidad. Numerosos estudios nos muestran que el cambio climático perjudica más a los más pobres, tanto en países vulnerables como en relación a colectivos desfavorecidos en sociedades industrializadas, exacerbando la desigualdad y obstaculizando la reducción de la pobreza.

Por su parte, incorporar el cambio climático como un factor más en la planificación del desarrollo contribuye a hacerlo más resiliente. Por ejemplo, diseñar las infraestructuras teniendo en cuenta el aumento del nivel del mar o cambios en el régimen de precipitaciones contribuiría a contar con infraestructuras mejor preparadas para hacer frente a estos cambios.

Como vemos, las dos agendas no sólo tienen muchos objetivos interrelacionados, sino que también subrayan el hecho de que uno necesita al otro.

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