Hágase la luz
Manuel Espín: "La dictadura siguió siendo dictadura hasta su final"
MARISA OZALLA | EITB MEDIA
En "La España ye-yé" (Almuzara), el sociólogo Manuel Espín realiza un recorrido por la década de los 60 a través de la vida cotidiana, pero también de la política y la cultura.
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Mientras los jóvenes descubrían el rock y nuevos grupos surgían en España influidos por el éxito de los Beatles; mientras las faldas se acortaban y el pelo se alargaba; mientras comenzaban a llegar los turistas, la dictadura ejecutaba a Julián Grimau a pesar de las protestas internacionales, incluso del Vaticano; sacerdotes vascos y catalanes eran expedientados por pretender decir misa en euskera o catalán. La censura funcionaba a pleno rendimiento y la represión estaba a la orden del día: nada de sindicatos ni de partidos. Se liberalizó el comercio; los bienes de consumo llegaban a la mayoría de la gente gracias a la venta a plazos y se vivía, de puertas afuera, un espejismo de modernidad. Es la década de los veranos de Franco en Aiete y del subidón del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que, a partir de finales de la década anterior, comenzó a recibir estrellas internacionales. Se cimentaron las bases de otro cine. En este sentido, "vascos como Elías Querejeta y Pedro Olea tuvieron mucho que ver con el nuevo cine español que se abrió paso en los 60 a través del certamen donostiarra". El sociólogo Manuel Espín firma "La España ye-yé" (Almuzara), un exhaustivo retrato de las luces y sombras de la década que sembró las bases para la conquista de las libertades que marcaría la siguiente.