Cerrar

Historia y Ciencia

La figura histórica de Jesús de Nazareth y hurones para estudiar el cerebro

Gustavo García presenta la revista Desperta Ferro que recorre los pasos de Jesús desde un punto de vista arqueológico. Un hurón con ADN modificado ayuda a entender el aumento del tamaño del cerebro.

Your browser doesn’t support HTML5 audio

La investigación sobre la figura histórica de jesús de Nazareth comenzó en el siglos XVIII mediante el análisis de textos antiguos. Aunque han pasado más de dos siglos, La arqueología moderna no lo tiene mucho  más fácil. Se ha escrito mucho desde el punto de vista religioso y filosófico sobre sus enseñanzas pero no es fácil encontrar indicios que ayuden a mostrar los hechos históricos que protagonizó y rodearon su vida. La revista Desperta Ferro, en su edición de arqueología e Historia, dedica su último número al Jesús Histórico, y ya en el editorial explican que tratar de buscar materiales relacionados con él es como buscar una aguja en un pajar, Porque Jesús estaba fuera de los focos de los historiadores de su época., y si su camino se cruzó con personajes que sí aparecen en las crónicas es porque alteró el equilibrio ya de por sí precario de judíos y romanos en una Palestina que era un auténtico polvorín. De carpinteros, mesías, crucifixiones y resurrección: el Jesús histórico es el tema que abordamos con Gustavo García, director de Arqueología & Historia, de Desperta ferro.

Un hurón modificado genéticamente puede ser clave para entender cómo evolucionó hasta su actual tamaño el cerebro humano. En la universidad de Yale han conseguido este modelo animal con el que buscan entender cómo es posible que nuestro cerebro, herencia de las especies que nos precedieron, haya triplicado su cerebro en los últimos 7 millones de años. Esta es la primera noticia que repasa el profesor de Genética de la Universidad de Navarra Javier Novo. Otra investigación, realizada en la Universidad británica de Exeter, ha comprobado que los portadores de variantes de un gen que hace que las personas sean más propensas a consumir azúcares, tienen menos grasa corporal. Toda una paradoja.

Audios (1)