Ciencia
Anisakis: la bomba alergénica y nuevas ventanas al estudio del universo
Alfonso Navas, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha descubierto hasta 121 alérgenos diferentes en anisakis. Las ondas gravitacionales y los neutrinos: la nueva perspectiva de la astrofísica.
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El anisakis es un gusano parásito que encontramos en peces marinos y cefalópodos y en los mamíferos marinos que se alimentan de ellos. Las personas nos incorporamos a su ciclo biológico cuando consumimos pescado, o calamares o pulpo infestado. Las sardinas, los arenques, las anchoas, el salmón, la merluza, el atún, el bonito, el jurel o el rodaballo son los alimentos en los que es más frecuente encontrar el anisakis, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), se calcula que uno de cada tres pescados que se consumen en España está infectado por este parásito.
El anisakis es también el parásito que más reacción alérgica causa a las personas. Un estudio dirigido por el CSIC ha realizado un análisis genético de dos especies de anisakis, y ha encontrado las secuencias génicas de sus alérgenos alimentarios, pero no solo las propias, sino también las que están presentes en otros seres vivos. Alfonso Navas, investigador del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales ha coordinado este trabajo
El estudio del espectro electromagnético, donde se incluye la luz visibley las ondas de radio, ha sido durante mucho tiempo la forma de asomarse al universo y conocer lo que hay ahí fuera. Muy recientemente se han sumado a esta lista de señales detectables desde la Tierra las ondas gravitacionales, que son ondas del espacio tiempo, y los neutrinos cósmicos, unas partículas sin carga y con una masa muy pèqueña que viajan por el universo en línea recta durante miles de millones de años luz, atravesando galaxias, estrellas y cualquier objeto que encuentren en su camino. Estas nuevas ventanas al universo y la tecnología diseñada en la Tierra para estudiarlas son las protagonistas del reportaje de Egoitz Etxebeste para la revista Elhuyar.
Marta Macho nos cuenta en Mujeres con ciencia la historia de Magdalena Mouján Otaño, matemática argentina y nieta del poeta Pedro Mari Otaño, autor del conocido poema "Gu ta gutarrak". Este poema inspiró a Magdalena un relato en el que una familia viajaba en el tiempo para descubrir la procedencia del euskera y de los vascos. Una historia curiosa, que parte de un poema de 1899 y que con tintes científicos elabora un relato que no gustó nada a las autoridades franquistas cuando se incluyó en una publicación española en 1970. La revista fue secuestrada y el relato tuvo que esperar hasta 1976 para poder ser publicado.