Ciencia
Colisiones tectónicas originaron eras del hielo y seda de araña artificial
Descubren el mecanismo que relaciona colisiones entre placas tectónicas con enfriamientos del planeta. Materiales del futuro: seda de araña. Mundo Micro: la vacuna contra rotavirus y diabetes tipo 1.
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Los movimientos de las placas tectónicas del planeta, tanto terrestres como oceánicas, llevan modelando la forma en la que se disponen los continentes y los océanos a lo largo de toda la historia de la Tierra. Un estudio publicado en la revista Science ha encontrado evidencias de como movimientos de estas placas en una franja muy delgada de la Tierra, colisiones que tienen lugar en los trópicos, influyen en el clima de todo el planeta. Lo que han visto es que tres grandes edades del hielo han estado precedidas de estas colisiones, en las que una placa oceánica empuja una continental creando una zona denominada sutura. La relación entre estas suturas y los intensos periodos de frio que conocemos comúnmente como edad del hielo, es el primer tema que abordamos con el geólogo Antonio Aretxabala.
La seda de araña es extremadamente fuerte, flexible y ligera, un material que se intenta copiar en los laboratorios tras intentos infructuosos de conseguir granjas de arañas. Estos artrópododos no se prestan al esquema de producción que sí se ha conseguido con los gusanos de seda, de manera que en laboratorios de todo el mundo se busca una alternativa artificial. Hoy Javier Barriga, investigador de IK4 tekniker, nos explicará por que la seda de araña artificial es uno de los materiales del futuro y cómo bacterias que tenemos en nuestro tracto digestivo pueden ser la clave para obtenerla.
En Mundo Micro, el catedrático de Microbiología de UPV-EHU Guillermo Quindós explica cómo científicos australianos han observado relación entre la vacuna contra el rotavirus y la disminución de los casos de diabetes de tipo 1en la edad infantil.
Y en ciencia clic, nuestra noticia con imagen , el protagonista es Scoty, un tiranosaurio Rex que vivió en lo que hoy es Canadá hace 66 millones de años y que , con más de 8.800 kilos, es el T. rex más grandes que se ha estudiado. Un estudio reciente ha calculado su peso y su edad, revelando que es además el tiranosaurio más anciano que ha llegado hasta nuestros días. Murió con 30 años y en su inmenso esqueleto quedaron las huellas de una existencia en la que no faltaron episodios violentos.