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Ciencia

COVID-19: la primera pandemia 4.0 y rastreo del coronavirus en aguas residuales

Una conjunción de factores biológicos y sociales llevaron a una veloz propagación del brote de coronavirus. La presencia de ARN del SARS COV 2 en aguas residuales y la vigilancia epidemiológica.

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La tormenta perfecta, la conjunción de factores biológicos y sociales ideal para llevar al mundo a un escenario desconocido, así resumen lo que ha ocurrido con la pandemia de COVID 19 investigadores de diversas entidades de Francia y España en un artículo en el que analizan qué eventos coincidieron en tiempo y lugar para amplificar el brote y qué lecciones de cara se pueden extraer para el futuro. Hay algo importante que destaca el investigador de la Universidad de Barcelona Jordi Serra: no se trata de extraer conclusiones para que esto no se repita. Las zoonosis, los saltos de patógenos a animales a humanos, van a seguir sucediendo, lo que hay que aprender es como limitar las probabilidades de que un de estos hechos comprometa la salud y la economía global, que es lo que está ocurriendo ahora.

Detectar el SARS COV 2 en aguas residuales es posible gracias a la adaptación de técnicas de análisis que ya se habían desarrollado para otros virus. Cuantificar cuanto ARN del coronavirus hay en las aguas residuales de una población puede servir para complementar el control epidemiológico, al dar una idea de si está aumentando o disminuyendo esa presencia. Un trabajo de análisis que se va a poner en marcha también en Navarra, como nos contará nuestra invitada, la investigadora del CSIC Ana Allende. Le preguntamos, además, por la cadena de whatsapp que pide a los ciudadanos que colaboren con la limpieza de las aguas residuales echando lejía por los desagües.

Hoy nos va a salir un programa casi monográfico, aunque intentamos echar mano de temas que no tengan que ver con el coronavirus. Justo antes de que el mundo echase el freno a la actividad supimos que nuestro planeta había capturado un asteroide, convertido así en una miniluna. Se ha descubierto casi por casualidad, porque es muy pequeña. Nos dijeron entonces que para abril o mayo seguramente abandonaría la órbita de la Tierra y saldría de nuevo a recorrer el espacio. Puede que ya no esté ahí pero vamos a aprovechar para contar cómo una roca espacial se convierte en una mini luna.

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