Ciencia
La revolución de la criomicroscopía electrónica y mujeres científicas de ayer y hoy
El centro de Biofísika Bizkaia contará con la herramienta más potente para el desarrollo de la biología estructural, y la astrofísica Ikerbasque Silvia Bonoli honra el legado de Vera Rubin.
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Hoy miramos a través de uno de los microscopios más potentes que existen: los crio microscopios electrónicos; el ojo más preciso, que más lejos ve en términos de biología, capaz de fotografiar un virus como la COVID-19, o las proteínas celulares, o los ácidos nucleicos. En poco más de 30 años este sistema ha ido perfeccionándose, y lo está cambiando todo, abriendo nuevos enfoques para entender y posteriormente tratar las enfermedades. Euskadi va a tener uno de estos crio microscopios electrónicos, de los más avanzados, y que lo convertirá en uno de los pocos existentes en el sur de Europa. Permitirá abordar investigaciones médicas más que potentes, incluidas los virus y sus posibles vacunas. Estará en el centro de investigación Biofísica Bizkaia, y en poco más de un año será una realidad. Hablamos con su director, Iban Ubarrechena.
Y la investigación también tiene memoria, y género. Aún, lamentablemente. Hay una gran labor por rescatar, honrar y reconocer como es debido el legado de las científicas de nuestros pasado más remoto o más reciente. En Donostia se va a hacer este tributo, uniendo pasado y presente. Serán científicas de hoy en día recordando a sus antecesoras y las trabas a las que tuvieron que hacer frente. Nos acercamos a la Week Inn que arrancará la semana que viene en Donostia, y conocemos, de la mano de Idoia Mugica, a una de sus ponentes, la astrofísica italiana e investigadora Ikerbasque Silvia Bonoli, quien subrayará el legado de otra grande de su campo: Vera Rubin. A esta grande de la ciencia, le debemos, entre otras muchas cosas, la certeza de la existencia de la materia negra en el cosmos.