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Croquetas Ameztoi

"Nuestras vacas duermen en colchoneta, y cada día nos llega leche fresca. Ese es nuestro secreto"

¿Pueden unas croquetas levantar una empresa que exporta a Hong Kong o Canadá? Los hermanos Ameztoi saben que sí. Y todo gracias a las croquetas de su madre, Pili, que repartían en bici, de pequeños, y ahora vuelan en avión

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Pili Mujika e Igor Ameztoi, madre e hijo, recuerdan cómo nació su empresa familiar, Ameztoi. La historia arranca en 1982, cuando Pili empieza a vender tus croquetas en una charcutería de Zarautz. Luego llegó el reparto que sus hijos hacían en bici, y ahora ya exportan a Europa, Corea del Sur o Canadá.

Todo a base de esfuerzo, y calidad. "Somos la única empresa del Estado que tiene una central lechera propia que no se dedica al lácteo. A 2,5 km de la empresa están las vacas, que duermen en colchoneta, y cada día nos llega leche fresca que pasteurizamos nosotros mismos", subraya Igor Ameztoi.

No siempre ha sido fácil mantenerse fieles a las croquetas caseras de Pili, pero lo han logrado. "La maquinaria del mercado exigía aditivos químicos que no queríamos utilizar. Nos costó un montón. Fueron años de investigación, pero al final conseguimos hacer a máquina nuestra bechamel, natural, sin aditivos".

Preguntamos a Pili por los 14 sabores de croqueta que ella ha creado, y sigue elaborando con su cuchara de madera, "la más rara, es una que hice con compota de manzana, pasas y pistachos ¡Y no sabes lo buena que era!"

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