Viajes con perros
Roberto Sastre: viajeros perrunos por India
Roberto Sastre salió de Madrid en marzo de 2019 con su perra Cocaí y puso dirección hacia Oriente haciendo autostop, para comprobar la cultura perruna en países como Irán y Paquistán.
En "Levando Anclas" hemos conectamos con la aldea de Kuilapalayam, en el estado indio de Tamil Nadu, para hablar con Roberto Sastre. Sastre salió de Madrid en marzo de 2019 con su perra Cocaí, con la que anteriormente había viajado por el continente americano, y puso dirección hacia Oriente haciendo autostop para comprobar la cultura perruna en países como Irán y Paquistán. Una vez en India, en el desierto del Thar en Rajastán, se les unió una cachorrita a la que le puso el nombre de Chai. Llegó la alarma sanitaria y el confinamiento de siete meses. Ahora parece que Roberto puede moverse un poco más.
Roberto Sastre fue a terminar la carrera de Biología al estado de Sao Paulo (Brasil) para luego viajar por Sudamérica. En Saimapa (Bolivia), en junio de 2014, recogió a una perra abandonada y enferma que fue su nueva compañera de trayecto. Regresó a la casa de sus padres en Madrid para luego emprender un segundo periplo de seis meses por México, Estados Unidos y Canadá.
De nuevo en Madrid, diseñó su nueva aventura Pequín Express canino. La idea era llegar hasta China haciendo autostop, con la particularidad de centrarse en descubrir la cultura perruna en cada país visitado, así como aportar su granito de arena en la concienciación animal. Esto lo ha hecho especialmente en Irán, Paquistán e India.
Durante 15 días cruzó Europa hasta llegar a Turquía en donde se quedó dos meses y medio, en Georgia y Armenia tres meses, Irán dos meses y Paquistán un mes. En India quería estar cinco meses, pero por el tema de la covid-19, su estancia se tuvo que alargar.
De las muchas aventuras del camino Roberto destaca cómo conoció a Chai, cachorrita que se encontró en el desierto del Thar, la Noche Buena de 2019, cuando se encontraba acampando con su hermano.
Se cerraron las fronteras de India y se quedaron confinados durante 7 meses. Ha aprovechado el tiempo parado a orillas del golfo de Bengala para escribir un libro sobre su experiencia en Sudamérica.