'Si hay chapa, podemos identificar el cuerpo y contactar con su familia'

El 10 de enero, el Gobierno vasco, con el lehendakari Iñigo Urkullu a la cabeza, entregaba los restos de cinco milicianos exhumados de una fosa del monte Altun, en Zeanuri. Los cinco jóvenes formaban parte de las unidades del ejército vasco que lucharon por intentar detener el avance de las tropas franquistas sobre Bilbao en el entorno del alto de Barazar.

Sus restos eran localizados, ochenta años después de su muerte, por Euskal Prospection Taldea. Un grupo formado por una decena de personas que dedica su tiempo libre y sus fines de semana a buscar restos de milicianos y represaliados que todavía permanecen bajo tierra sin que nadie sepa dónde están. Ellos los localizan, lo ponen en conocimiento de la Sociedad Aranzadi que lo comunica a las instituciones pertinentes y, a partir aquí, se lleva a cabo la exhumación de los restos. La identificación de los cuerpos es siempre compleja, "si hay chapa, casi seguro, que lo identificamos y contactar con su familia".