De La Piel Del Diablo
Aquellas vajillas irrompibles
Llegaron de Francia y se convirtieron en algo cotidiano durante los años 60 y 70 en nuestros hogares. Julián Díaz nos ha acercado testimonios sobre aquellos platos y vasos que, a veces, sí se rompían
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Se empezó comprando las piezas más urgentes, incluso con colores llamativos. En la actualidad, se han convertido en piezas de coleccionistas de todo el mundo. Si se rompían, sus fragmentos no causaba cortes. Los más íntrepidos, llegaron a cruzar la muga para comprar colecciones que aún no llegaban a Hegoalde. Los testimonios sobre una vajilla que ya ha quebrado.