Dímelo al oído

Somos una sociedad gritona y vivimos rodeados de ruidos a los que estamos tan acostumbrados que no los percibimos como tales. Es lo que ses conoce como contaminación acústica. El ruido comienza a ser dañino cuando supera los 75 decibelios. Para que nos hagamos una idea: una lavadora en funcionamiento. La conversación humana se emite a unos 50 o 60 Db. Todo ello hace que vayamos perdiendo oído sin darnos cuenta. Y lo peor es que esa pérdida auditiva afecta a nuestra salud mental. La doctora María Soriano es otorrinolaringóloga en el Hospital Donostia y nos da algunos consejos para mantener nuestra salud auditiva.