NATURALEZA
Trepador azul, una vida cabeza abajo
Gorka Belamendia presenta al trepador azul en Más Que Palabras
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Si en estas fechas paseas por el bosque, es probable que oigas y veas a nuestro protagonista: el trepador azul. Un bello pájaro cerúleo de llamativa franja negra alrededor de los ojos, que podríamos decir es el ave más parecida a Don Diego de la Rosa, ese aristócrata californiano más conocido como el Zorro.
Al igual que los picapinos, este pequeño pájaro vive entre los árboles del bosque, donde vuela de tronco en tronco a una velocidad de 21 kph. Sus fuertes reclamos resuenan como si de una bocina de hojalata se tratara. Y parece gustarle tanto «tocar la bocina» que, según nos cuenta Aristóteles en su enciclopedia "Historia de los animales", su propio nombre científico Sitta europea hace alusión al grito utilizado por los viejos pastores griegos cuando querían reunir a sus rebaños.
Y fíjense ustedes, a pesar de su vocinglera voz, el trepador azul es el espía secreto del bosque, pues su habilidad para desplazarse a lo largo de los troncos es asombrosa. Sus movimientos hacia arriba, hacia abajo, hacia atrás y hacia los lados son únicos y particulares de esta especie. De hecho, es el único pájaro capaz de menearse de esta manera, siendo la clásica imagen de un trepador, aquella en la que está en posición de ángulo recto mirando hacia atrás mientras se apoya en el tronco de un árbol. Esta postura aplanada le ayuda, además, a confundirse con la corteza, por lo que, si se queda quieto y callado, es casi imposible verlo.