Con los objetivos deportivos claros como las aguas en las que vuela

Klara Olazabal, practica piragüismo slalon de aguas bravas. Tiene que bajar entre 20 o 30 puertas en un canal de aguas bravas o un rio natural. Pelea contra movimientos cambiantes y aleatorios de las corrientes de agua, difíciles de predecir. Las formas de puntuar en esta modalidad son muy diversas. Además de puntuar también hay penalizaciones. Así, si tocas las puertas, hay 2 segundos de penalización pero es mucho peor si te las saltas o si no las pasas bien, porque entonces serán 50 los segundo que se sumarán a la penalización.

Entrenar y entrenar es la constante en las rutinas de Klara, aunque suele tener un día de descanso a la semana. Estos días de descanso los aprovecha para desconectar pero a su vez son jornadas en las que vuelve a sentir, con más fuerza, las ganas de entrenar.

Es habitual que tenga que viajar buscando estas aguas bravas, pero no le supone demasiado esfuerzo. Hoy conversamos con ella para saber qué piensa Klara Olazabal cuando está en acción dentro de su piragua. Es una de las promesas vascas de este deporte a nivel internacional. Le ilusiona pensar en la idea de llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio, pero antes tiene que pasar otras puertas como el Mundial del 2019 que se disputará en la Seu d’Urgell.