Conversación con Arantza Otaduy, historiadora de Feel Euskadi, sobre brujería, creencias y ritos vascos

LLa historiadora Arantza Otaduy ha llegadon un mensaje claro sobre la sabiduría popular y las cosas de brujas en nuestras tradiciones en cada momento del año. Tras el bombardeo de costumbres extranjeras de Halloween, Arantza quiere poner en valor otro tipo de celebraciones vascas identificativas con estas fechas y el homenaje a nuestros seres fallecidos.

Asi nos recuerda en lugares como Sangüesa, Baigorri o Apodaka, los pequeños de la casa fabricaban seres fantasmagóricos colocando velas encendidas dentro de remolachas, nabos y calabazas. En Carranza llamaban a esos seres, "espantos". En algunos sitios esas hortalizas decorativas se colocaban en la calle y las niñas y los niños saltaban sobre ellas. En otros pueblos, eran colocadas en los bordes de los caminos y los lugares de tránsito para asustar a los que deambulaban por ese lugar. Vecinos de pueblos como Gamboa y Bermeo tenían por costumbre disfrazarse con sábanas y ropas viejas y arrastrar cadenas.

Arantza Otaduy se detiene en la fuerza telúrica de personajes como Mari de Anboto, sus poderes, y su conexión con la Naturaleza. Conocimientos de muchas mujeres rurales que les valió el castigo de ser quemadas en hogueras bajo la acusación de practicar brujería y ser sorginak. En realidad, sospechamos que eran mujeres sabias con mucha información que permanece en nuestro inconsciente colectivo.