HISTORIA DE LA RADIO
La radio en los conflictos bélicos y las radios clandestinas
Xabier Matxain rescata de su archivo sonoro la voz de los locutores de radios clandestinas como Estación Pirenaica o de las radios oficiales durante el franquismo
Your browser doesn’t support HTML5 audio
RADIOS EN LA GUERRA.- Desde el alzamiento en 1936, las emisoras de radio van siendo ocupadas por militares y afines a los diferentes bandos. Y desde esta atalaya que se podía escuchar en territorio enemigo, se lanzan proclamas y se trata de desmoralizar a la población difundiendo informaciones falsas.
En el bando nacional, José María Pemán o el general de la legión Millán Astray son "estrellas" de la radio. Aunque quien ha pasado a la historia por sus arengas es otro general, el general Queipo de Llano que hablaba todos los días desde Radio Sevilla sembrando el terror e intimidando a los republicanos.
Escuchamos a Dolores Ibarruri "la pasionaria" con su famoso discurso del no pasarán. También en el bando republicano se utilizó la radio.
Pero las radios fueron intervenidas y sometidas a control y censura y hubo emisoras que fueron incautadas. La generalitat ocupó Radio Barcelona y el Gobierno vasco Radio San Sebastián. Y concluida la guerra, se impuso la más férrea censura. Solo Radio Nacional de España podía dar información. El resto de las emisoras tenían que conectar con esta cadena a las dos y media de la tarde y a las diez de la noche para difundir el diario hablado o más conocido como el parte.
RADIO CLANDESTINAS.- Radio España Independiente, llamada Estación pirenaica que no estaba precisamente en los Pirineos. Ese sobrenombre se le puso para dar sensación de cercanía, pero en realidad estuvo primero en Moscú y luego en Bucarest. La radio fue una iniciativa del Partido Comunista de España con el apoyo del gobierno rumano de Chauchescu. Los trabajadores llevaban una vida con otros nombres porque se desconocía desde dónde emitía la radio. Lanzaban al aire noticiarios y programas especiales como por ejemplo "antena de Burgos" dedicado al proceso de Burgos y que se informaban por noticias que les llegaban desde el mismo penal burgalés, sacadas desde el interior de la prisión de las maneras más inverosímiles.