Historias de Álava
La marquesa de Montehermoso
En septiembre de 1808 el destino de María Pilar Acedo y Sarriá, marquesa de Montehermoso y condesa de Echauz, dará un importante giro. Hacia finales del mes anterior había llegado a la ciudad el francés José Bonaparte, hermano de Napoleón que había sido recientemente nombrado rey de España.
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José Bonaparte intentó establecer su corte en Vitoria-Gasteiz, pues las frecuentes intrigas hacían que Madrid no fuera un lugar muy seguro para él. Al llegar a la ciudad eligió uno de sus mejores edificios como estancia: el palacio de Montehermoso, donde residía María Pilar con su esposo. Aquí estuvo alojado unos meses, trabando una gran amistad con el matrimonio que le hospedaba, a quienes agasajó con importantes títulos. Enamorado de su residencia en lo alto de la colina de Villasuso, el rey llegó a formalizar la compra del palacio para tener allí un lugar de veraneo, planes que se frustraron tras su marcha de España causada por la derrota en la Guerra de Independencia.
A pesar de la apasionante vida cultural, política e intelectual de María Pilar de Acedo y Sarriá, la historiografía la recuerda más por su vida privada y por las habladurías tanto de su momento histórico como de etapas posteriores que por todos sus logros y su participación como figura de primer nivel en la historia de España, de Francia y de Vitoria-Gasteiz. Oscurecida su figura tras la derrota de Bonaparte en la Guerra de Independencia y sometida su memoria al menosprecio al que se le somete a los perdedores en la historia, en Vitoria poco conocíamos de la marquesa salvo los tres chascarrillos de prensa del corazón que siempre se contaban sobre ella.