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Izarra deuda pendiente

La Diputación sigue sin dar solución a las instalaciones de Izarra

Las ruinas de lo que en otro tiempo fuera el elitista Colegio de Izarra se ha convertido en un problema para la Diputación Foral de Alava que no encuentra un uso que justifique su alquiler.

Incendio en el Colegio Izarra

Las instalaciones de Izarra se han convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el gobierno de la Diputación Foral de Alava. El colegio de Izarra, concebido en 1967 como un centro educativo de élite para los hijos de clases adineradas de Euskadi y del resto del Estado, hoy es un edificio en ruinas, al que Diputación no encuentra un uso adecuado al interés general de la  zona.

Nacido en seno de la comunidad de la Compañía de Jesús, el Colegio Izara ha tenido  propietarios tan singulares como Remasa, con los que conoció la expropiación, para después pasar a manos de Montessori, bajo el nombre de Izara International Collage. Su vocación como centro de cultura anglosajona con la impartición de inglés como lengua de futuro tampoco garantizó su supervivencia hasta que el año 2000 pasó a manos del Deportivo Alavés.

El club albiazul vivía entonces uno de los periodos más brillantes de su centenaria historia, conquistando el ascenso a primera división y llegando a jugar la mítica final de la UEFA frente al Liverpool. La directiva del Paseo Cervantes, presidida por Gonzalo Antón,  encontró en el corazón de Zuia unas instalaciones para dar solidez al patrimonio albiazul con proyección futuro. Pero el sueño se fue desvaneciendo a medida que el club perdía la categoría y se producía el relevo de Dimitri Peterman que conduciría el alavés hasta un precipicio próximo a la desaparición.

La Diputación Foral de Alava, siempre con el fin de evitar la desaparición del emblemático club alavesista, ha realizado diferentes operaciones financieras con el colegio de Izarra como mercancía, posibilitando que las arcas albiazules tuvieran una mínima liquidez en situaciones de extrema gravedad. La última operación ha consistido en incluir las ruinas de Izarra en el convenio suscrito con Josean Kerejeta, como máximo responsable del Consejo Administración de la SDA que rige los destinos del equipo que actualmente entrena Alberto López.  La historia que se cierne durante los últimos catorce años  en torno a Izarra está íntimamente ligada  las vicisitudes del Deportivo Alavés y a los intentos frustrados de la Diputación por darle uso a las instalaciones.

Uno de los proyectos que se barajó en la legislatura de Xabier Agirre como Diputado General fue la conversión del colegio de Izarra en un centro de atención de parapléjicos que cubriese la demanda de la cornisa del Cantábrico, pero la idea no fraguó porque ni tan siquiera se constituyó la fundación benéfica que asumiría su gestión ni Osakidetza mostró el interés que una iniciativa de esta naturaleza necesita de un Servicio Público de Salud. La última propuesta fracasada ha sido el intento de cederlo a la iniciativa privada para usos ocio y recreo con juegos de simulación militar que provocó el rechazo del Ayuntamiento de Urkabuztaiz, en cuyo  término municipal se encuentran las instalaciones, y de la mayoría de las Juntas Generales de Alava.

Tras esta ajetreada historia, no exenta de incendios, robos y derribos, el colegio de Izarra parece cíclicamente en el orden del día de las asignaturas pendientes y de los temas  que abordan los grupos en las Juntas Generales de Alava para evidenciar la inactividad del gobierno foral.

PNV, Bildu y  PSE han aprobado una moción por la que se pide a la  Diputación que suspenda el concurso de ideas  planteado  para esas  instalaciones, en tanto en cuanto, no se presente en comisión el pliego de condiciones.

 

 

 

 

 

 

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